sábado, 3 de febrero de 2007

Hay dineros que matan

«No hay deseo sin castración» y el dinero es un significante fálico que puede equivaler a cualquier otro significante. Con el dinero se repara cualquier daño, se indemniza y queda neutralizada cualquier castración posible, de donde concluimos que el dinero puede anular el deseo y directamente matarnos (un ser humano sin deseo, muere literal y biológicamente).

La saciedad, el hastío, la plenitud, el hartazgo son situaciones mediante las cuales es muy fácil caer en la depresión, en la angustia, en el aburrimiento. Quien tiene todo lo que desea, deja de desear y se aproxima inexorablemente a la muerte.

Algunas (pocas) veces el dinero aumenta el deseo ¿No les ha pasado que quieren conseguir que alguien les arregle una canilla y no lo consiguen? Teniendo el dinero para pagar lo que corresponda, ese salvador no aparece, o el que aparece nos agrega nuevos problemas. En estos casos el dinero no cancela el deseo, sino que nos aumenta la bronca (deseo) al ver que nuestra fantasía de omnipotencia económica era falsa.

Hay casos en los que el dinero funciona como una leucemia del deseo ¿Alguna vez se pusieron a pensar en la tragedia de alguien tan, pero tan rico que ya no encuentre objetos ni servicios para comprar... porque el planeta se le agotó y ahí se dio cuenta cuán encerrado está dentro de esta piedra redonda que gira alrededor del sol? En estos casos el dinero sí es un problema porque da satisfacciones que agotan el deseo.

Registrar inconcientemente estos conceptos constituye suficiente razón para huir despavoridos de cualquier tipo de «cancelador universal del deseo».

Pero, ¿dónde está la trampa de todo esto? Si nosotros logramos poner en palabras estas reflexiones, no pasará mucho tiempo sin que nos demos cuenta que el riesgo de llegar a ese enriquecimiento mortífero es escaso y que no es tan temerario procurar tener un poco más de bienes materiales como para asegurarnos la autonomía económica, para ofrecérsela a nuestros seres queridos mientras no puedan conseguirla por sí solos y ¿por qué no? para continuar disponiendo de los recursos suficientes cuando seamos viejitos y ya no tengamos tanta energía para atender a nuestros pacientes.

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reflex1@adinet.com.uy

dinero cobrar pagar honorario

1 comentario:

Anónimo dijo...

lo mismo que digo en otro comentario que le mandé hoy.q complicado señor!
lo que yo le entendí que tener dinero es bueno y es malo, entonces que hago?
deme soluciones no problemas!