domingo, 17 de febrero de 2008

Neurotransmisores – Gragea Nº 50

¿Porqué muchas personas huyen del psicoanálisis? Por temor a sí mismos. Hay cosas propias que desconocemos y que nos dan miedo.

¿Seré homosexual? ¿Tendré ideas criminales? ¿Podré matarme aunque no me lo proponga? ¿Me habrán violado, por suerte lo olvidé pero el psicoanálisis puede recuperar mi memoria?

Por estos temores (normalmente infundados pero que funcionan como verdades absolutas) la técnica psicoanalítica permite un avance parsimonioso. Nada del tratamiento es traumático aunque pueden haber períodos de angustia tolerable.

Si logramos hacer este recorrido podremos desmontar el miedo a nosotros mismos. Equivaldrá a reconciliarnos con ideas y sentimientos que son perturbadoras por lo desconocidas pero que pueden asociarse con nosotros para aumentarnos la calidad de vida.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo estuve metida en un psicoanálisis durante unos meses y tuve que dejarlo porque era demasiado caro. Dicen que para jugar a la ruleta hay que tener mucho dinero para llegar con vida al momento en que empieza la buena racha. Capaz que yo no pude disfrutar la racha curativa del psicoanálisis porque no tuve dinero suficiente como para llegar a ella. Admito que hay beneficios que solo pueden tener los ricos.

Anónimo dijo...

El dinero no lo es todo: es CASI todo.

Anónimo dijo...

No señor: yo "huyo del psicoanálisis" precisamente por el "avance parsimonioso".

Uno va al psiquíatra, os receta unas pastillitas y en dos o tres horas ya empiezas a disfrutar de los resultados.

Me parece que el psicoanálisis ya perdió el tren. Mejor: al psicoanálisis le pasó un tren por arriba.

Anónimo dijo...

No todas las personas reaccionan igual (aunque sea obvio decirlo) Recuerdo que al entrar en la adolescencia comencé a sentir un miedo feroz, que no sabía como definir y lo primero que hice fue plantearle a mis padres que quería ver un psicólogo.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con Mieres, desde Sócrates a esta parte, es verdad oficial, que las cosas van mejor si te conocés a ti mismo. Eso te permite prever como vas a reaccionar en determinadas situaciones, saber qué cosas no podés tolerar, conocer lo que te hace disfrutar de la vida, tener cierta idea de tus límites; en fin, un montón de datos útiles. Pero conocerse lleva tiempo, capaz que por eso dicen que la vida empieza a los cuarenta.

Anónimo dijo...

Mi mamá siempre quedaba mal con toda la parentela porque no podía ir a los velorios. Se ponía nerviosa y le daban ataques de risa. Suerte que conoció esta particularidad suya en su tierna juventud, donde este tipo de situaciones todavía se perdonan.

Anónimo dijo...

Yo para aumentar mi calidad de vida me lleno de miedo. Hago eso por que me conozco, porque sé que funciono así. Cuando tengo miedo no hay quien me pare.
Aunque a veces no resulta.

Anónimo dijo...

El siglo XXI no es tiempo para cuestiones parsimoniosas. Mire un poco alrededor, hágame el favor.

Anónimo dijo...

No estoy de acuerdo con Luis, la cultura occidental tiene mucho para complementarse con la oriental(no la yorugua que de oriental tiene sólo el nombre)

Anónimo dijo...

Unas cuántas veces he sentido temor de atentar involuntariamente contra mi vida. Les aseguro que el psicoanálisis me ha ayudado muchísimo. Comprendí que no cualquiera puede hacer ciertas cosas. De todos modos, si me mato les digo a los que me conocen, que fue involuntariamente.

Anónimo dijo...

Puedo decirle MIS cosas a las cosas propias, siempre que se trate de objetos sin vida, incapaces de crecer y de reproducirse.
Pensándolo bien esto tiene sus beneficios, porque si bien la pared de mi cuarto es mía, los hongos que se reproducen sobre ella son de ellos mismos, por lo tanto, sería un abuso de mi parte intentar exterminarlos.