viernes, 7 de marzo de 2008

Al caer la aurora

Todos sabemos que los ladrones aprovechan la oscuridad de la noche para robar. Algunas noticias llaman tanto la atención que equivalen a la oscuridad de la noche para que se produzcan hechos que la opinión pública sancionaría.

Las agencias noticiosas ganan dinero para poder comer si existen personas ávidas por comprar su información. Cuando esas noticias escasean, ellos tienen dificultades para ganarse el sustento.

Cuando una cierta noticia se vende muy bien, ellos le sacan todo el provecho posible. La difunden muchas veces, en diferentes medios, con variado dramatismo, con mucho énfasis. Esto acapara toda la atención nuestra. Los que están esperando el mejor momento para perpetrar algún acto inconveniente saben que este encandilamiento es ideal. Igual que el ladrón que entra en la casa cuando los moradores se durmieron.

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7 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que más me preocupa es que se desate una guerra generalizada en toda América Latina por culpa de Hugo Chavez. ¿Será cierto todo lo que vemos y oímos de él?

Anónimo dijo...

La paranoia, la desconfianza, las amenazas nos mantienen aterrados y eso sirve para que compremos seguros, nos abstengamos de correr riesgos y le dejemos el campo libre a quienes logran zafar de esa vacuna contra el progreso que nos aplican masivamente.

Anónimo dijo...

Casi continuamente "vivimos de noche" porque no falta la noticia preocupante que nos deje o encandilados o ciegos.

Anónimo dijo...

Eso de que las empresas periodísticas ganan dinero alarmándonos puede pensarse también como cualquier otra profesión en la que el mecánico puede aflojar algún tornillo mientras hace una repación de tal suerte que el cliente tenga que volver nuevamente a realizar otro arreglo y así toda la vida.

Anónimo dijo...

Otra cosa que hacen las Agencias de Noticias es modificar la información como para que algunos intereses no se vean afectados. Por ejemplo, me parece que EEUU no informa todo lo que le sucede en cada frente bélico en el que participa.

Anónimo dijo...

No nos olvidemos que el trabajo de periodista tiene como enemigos naturales a todos los que matan al mensajero de las malas noticias. A veces mienten en defensa propia.

Anónimo dijo...

Cuando era niña me preguntaban:"¿qué vas a ser cuando seas grande?" y yo respondía "periodista". Me imaginaba en los lugares más sórdidos, en medio de tiroteos, de miseria, catástrofes y hambrunas. Tuve suerte y no conocí de cerca ninguna de esas cosas. Cuando crecí olvidé que deseaba ser periodista. ¿será que ya no tengo sensibilidad para la aventura?