jueves, 20 de marzo de 2008

¡Viva la muerte!


La vida sin la pasión, no sería vida; sería un largo bostezo desde la cuna a la tumba.

¿Y qué caracteriza a la pasión para que sea tan esencial para darle vida a la vida? El rasgo esencial de la pasión es que, dejándonos llevar por ella, tanto podemos tocar el cielo con las manos como sentirnos el gusano más desprestigiado.

Reformulo el párrafo anterior: ¿Y qué caracteriza a la pasión para que sea tan esencial para darle vida a la vida? El rasgo esencial es el riesgo terminal.

La muerte trágica es el gran resorte de la pasión. Los accidentes de tránsito aumentan la venta de automóviles; los desmanes en el fútbol, traen hinchas a las canchas; una infelidad matrimonial es un masaje cardíaco; el sexo casual sin preservativo es un deporte extremo aeróbico; jugársela apoyando a un amigo colorea las posteriores noches de insomnio; si no ganara el toro de vez en cuando, el arte taurino habrían dejado de existir; la posibilidad de una ruina económica, estimula las inversiones más lucrativas.

Sin pasión no hay vida porque no hay vida sin muerte.

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27 comentarios:

Anónimo dijo...

Tengo exactamente el mismo sentimiento. Quiero pasión, riesgo, vértigo, pero NO ME ANIMO!!!! Soy cobarde!!!

Anónimo dijo...

Cuando haya un referendum en contra de las corridas de toros y la riñas de perros y gallos, VOTO CON LAS DOS MANOS!

Anónimo dijo...

Es horrible lo que voy a decir, pero siempre estoy a favor del toro. Quizá si el torero vistiera algo menos ostentoso, más sobrio, p.e. ambos, corbata y zapatillas Nike, ahí podría reconsiderarlo, pero esa vestimenta de vedette me licúa las neuronas.

Anónimo dijo...

En Chile, la inducta de los hinchas a alejado a las familias de los escenarios deportivos. Quizá somos la excepción, pero ¿a quiénes les gusta la violencia y el peligro?

Anónimo dijo...

La mayor parte del tiempo estoy aburrida y no tengo a nadie que me despierte la pasión. Sé que está ahí pero no aparece la persona que me encienda. ¿Tengo yo la culpa de que las personas que me rodean sean tan mediocres?

Anónimo dijo...

Los miedosos nos reunimos y dentro de nuestra majada cuidamos celosamente que ninguno de nuestros cobardes cometa la locura de tomar algún riesgo. La presión social que nos imponemos recíprocamente es el servicio más valioso que ofrece la populosa comunidad de los temerosos.

Anónimo dijo...

Mi amiga m�s inteligente no solamente no tiene novio sino que tambi�n me ha dicho que la cobard�a est� instalada en los hispanoparlantes. Ella sostiene que nuestro idioma, por alg�n motivo, hace que seamos conservadores en los hechos, porque si nos dejan hablar, ah� si que prometemos e inventamos una infinidad de proezas.

Anónimo dijo...

Algunas personas nacen para tener una vida intensa y otras no. El que sabe quien pertenece a cada grupo es el médico. Cuando él nos hace una evaluación clínica, nos informa si nuestro cuerpo está o no en condiciones de hacer esfuerzos, de acelerar el ritmo cardíaco, de soportar subas repentinas de adrenalina. No creo que sea algo tan psicológico como pretende presentarlo el licenciado.

Anónimo dijo...

El que me arrancó de la mano mi iPod se pasea con sus amigos delante de mi casa mirándome burlón y estoy aterrorizado. Me dijo que si le decía algo a alguien me iba a arrepentir toda la vida. He pensado en suicidarme porque esta es una prueba de que yo no nací para vivir.

Anónimo dijo...

A medida que la civilización hace que la vida sea más y más fácil y segura, las posibilidades de ser arriesgado se ven limitadas al Play-Station y poder ficcionar que somos aviadores, conductores de un fórmula 1, luchadores romanos o cualquier otra cosa imaginaria, mientras que la musculatura que se va atrofiando, la recuperamos en un grimnasio.

Me gustan todas las cosas que mencioné pero reconozco que la pasión es ilusoria. No me importa: Sudo, tengo miedo, me acuesto preocupado, dejo de comer porque estoy muy nervioso, me pongo de mal humor con los demás, todo gracias al fantástico Play-Station y al gimnasio ¡Esto también es vida Carajo!

Anónimo dijo...

A ver si entiendo. Esta semana de mierda, de turismo o santa (como gusteis) me hace sentir como un gusano desprestigiado. ¿Significa esto que he obrado con pasión? ¿Por estar harto de mi familia, de mi mujer y de la putísima madre que los parió, he sido poseído por la pasión? No me cierra licenciado. Uno de los dos se equivoca.

Anónimo dijo...

No sé qué hace un viejo de 76 años en Internet, pero es una coquetería que me produce cierto placer entre mis hermanas y primos. Cuando miro Discovery y National Geographycs (por TV), no paro de admirarme cómo las nuevas generaciones son capaces de proezas increíbles en mis años juveniles. Lo que antes pagábamos para ver en un circo, hoy lo vemos por la calle y gratis. Al leer este artículo pienso si no será que a medida que la vida se ha vuelto más fácil gracias a los adelantos de la ciencia, las nuevas generaciones tienen que complementar la falta de riesgos y de pasión con otros artilugios. Todo esto, según el licenciado, para poder vivir ¡nada menos!

Anónimo dijo...

A mi me parece que donde dice -copio y pego-: "El rasgo esencial es el riesgo terminal." debería estar refiriéndose a todo lo que en algún momento puede terminarse. O sea que uno le pone pasión a un auto cuando se lo robaron y lo recuperó, a un perro cuando se le perdió y alguien se lo devolvió, a un amante cuando se da cuenta que puede perderlo.

El miedo a la muerte se emparenta aquí con el miedo a padecer la carencia de eso que cuando se tiene uno piensa que es para siempre y no se da cuenta que los momentos de satisfacción que siente cuando lo tiene, son en realidad momentos de infinita felicidad porque esos pueden ser los últimos.

Anónimo dijo...

Qué vergüenza pasé cuando me quise hacer el muy corajudo y le dije a una prostituta de no usar preservativo y fue ella la que me lo impidió.

Anónimo dijo...

yo quiero pasión y estabilidad ¿se podrán juntar las dos cosas? quizás si la pasión está en un oficio lo demás pueda llevarse con cordura. pero tengo ejemplos en contra. no sé cómo es la cosa.

Anónimo dijo...

los dos extremos que se mencionan en el texto, el cielo y la tierra son necesarios para que de su fricción se produzca el fuego

Anónimo dijo...

Agrego que el riego terminal es la muerte no sólo en su sentido literal, sino también como fracazo, límite, ostracismo, indiferencia.

Anónimo dijo...

Los trajes de los toreros me parecen tan bien diseñados como los de los ciclistas, futbolistas, murguistas...lo que no me va son las vermudas de los basquebolistas y boxeadores, pero sin duda los mejor vestidos son los tenistas y los nadadores!!!

Anónimo dijo...

Es probable que los valientes no hayan pasado por experiencias traumatizantes o tengan un equilibrio químico diferente. Ser valiente o cobarde se podrá modelar, pero no elegir. Además depende valiente y cobarde frente a qué cosas. Los que son valientes para unas, son cobardes para otras y visceversa.

Anónimo dijo...

Para mí el gusto por el peligro y la violencia depende del contexto. Además cambia mucho si es una situación individual la que nos pide peligro y violencia a si es una grupal. Me parece que son fenómenos diferentes.

Anónimo dijo...

Que la posibilidad de la ruina económica estimule las inversiones depende...

Anónimo dijo...

Rosaura, sal de tu jardín porque quizás la mediocre seas tú.

Anónimo dijo...

La presión social corre más para los valientes que para los temerosos

Anónimo dijo...

Lo que dice Olivia tiene sentido, si vivís a través de la palabra, o del espectáculo(como espectador), es difícil que le pongas energía a la realidad.

Anónimo dijo...

Lo que dice Olivia tiene sentido, si vivís a través de la palabra, o del espectáculo(como espectador), es difícil que le pongas energía a la realidad.

Anónimo dijo...

Tenemos un sentimiento muy especial cuando se recupera algo perdido o se pierde algo definitivamente; pero también es muy especial cuando se encuentra algo, el hallazgo también es fuente de pasión.

Anónimo dijo...

Discrepo con J.José. El riesgo, la adrenalina (no sé si tanto la pasión)la vivimos en las calles a toda hora, en cualquier ciudad, como peatones o conductores. Supongo que siempre hubo grandes riesgos, sólo que fueron cambiando. No necesitamos de ningún artilugio, sino pregúntele al que vive el día a día (muchos en nuestros países lo hacen desde la niñez)