martes, 29 de abril de 2008

El vividor vivido

Es muy probable que el dinero sea un bien que psicológicamente lo tengamos asociado al deseo en la medida en que muchos deseos pueden satisfacerse usándolo. Casi cualquier deseo que se satisfaga con un bien o un servicio comprable, podrá satisfacerse en tanto y en cuanto se tenga el dinero suficiente.

Agreguemos otro párrafo para decir que en nuestros vínculos, muchas veces nuestro deseo es anulado por el deseo de los demás. Por ejemplo, tenemos el deseo de estudiar alfarería pero terminamos estudiando neurocirugía porque ése es el deseo de nuestros padres.

Si el deseo puede estar psicológicamente asociado al dinero, cuando dependemos de otra persona (padres, cónyuge, hermano, mecenas) para conseguir el dinero que destinaríamos a cancelar nuestros deseos es probable que no solamente recibamos el dinero del otro sino que éste venga con el destino que el dueño del dinero quiere darle a través nuestro.

El deseo es una manifestación de vida esencial y cuando no podemos satisfacerlo, estamos dejando de vivir. Si nos prestamos para que otro nos use para satisfacer su deseo, estamos siendo vividos por él. Si recibimos dinero de alguien que nos impone cuál será el uso que deberemos darle, también estamos siendo vividos por el donador.

En muchos casos se dice que alguien es un vividor cuando funciona como un parásito de quien le provee lo necesario para vivir. Sin embargo, hay casos en los cuales quien se considera parasitado por un vividor, en realidad es alguien que utiliza al vividor para que realice ciertos deseos suyos. Por ejemplo, el marido provee de dinero a la esposa para que ésta no tenga que salir a trabajar pero le impone los criterios de cómo deberá gastarlo.

Lo fascinante de este caso es que este caballero está disfrutando de satisfacer su deseo masculino a través de un cuerpo femenino, lo cual daría para escribir varios libros.

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9 comentarios:

Anónimo dijo...

Ah psicólogo desgraciado
perdoná que te destrate
pero con vos no se puede
andar con medias verdades.

Me entero por vos contado
que a mi mujer la mantengo contento
porque su hermoso cuerpo es capaz
de tener los orgasmos más infinitos.

Anónimo dijo...

Si anda leyendo algún bloguero con curiosidad cinéfila, les cuento que en el poster de la película Mujer Bonita el cuerpo no pertenece a Julia Roberts sino a una modelo que se prestaba mejor para la composición fotográfica que los creativos publicitarios del film querían dar. El cine es ficción hasta los detalles más insignificantes.

Anónimo dijo...

Con las disculpas que Brenda se merece, fui a consultar su información sobre que el cuerpo de Julia Roberts fue sustituido por el de una modelo y efectivamente ella se llama Shelley Michelle.

Lo que no está en Internet, o no existe o no le interesa a nadie!!

Anónimo dijo...

Yo también soy uruguayo al igual que el licenciado y veo que a él también le funciona la impregnación que tenemos una mayoría provocada por la obra de teatro de nuestro escritor Florencio Sanchez titulada M'hijo el dotor, donde se cuentan las vicisitudes de un estanciero que presionó a su hijo para que se recibiera de médico a pesar de que éste tenía una vocación diferente.

Anónimo dijo...

Mis fantasías afiebradas quedaron muy alteradas con una telenovela que exhibió hace más de quince años TV Globo que se llamaba Vientre de Alquiler.

Ahora me viene ese recuerdo porque me parece que los hombres tenemos que hacer cosas muy grandiosas como puentes, rascacielos, o lo que sea mientras que las mujeres lo resuelven con su capacidad de gestar y dar de mamar.

Los hombres nos complacemos en mantenerlas para tramitar a través de su cuerpo el deseo creativo frustrado por nuestra falta de útero.

Es más barato imaginarnos que tenemos ese órgano que construir una imperio financiero como hacen otros, o ir a Marte, o tantas cosas enormes que tenemos que hacer los varones y no necesitan hacer las mujeres.

Anónimo dijo...

Hago centro en eso que se dice de que el deseo es una manifestación de vida y que cuando dejamos de satisfacerlo, estamos dejando de vivir.

Una condición muy buena que tenemos es que los deseos son bastante poco específicos y que por lo tanto es posible darles gusto de muchas maneras.

Acá decimos que "a falta de pan, buenas son tortas" y el deseo tiene eso de bueno. Por ejemplo deseo viajar, no tengo dinero suficiente que sólo me alcanza para comprar un libro con láminas de paisajes y comprándolo soluciono de alguna manera el deseo de conocer otros lugares.

Anónimo dijo...

El licenciado tiene pegada en la frente una foto de Pigmalión porque la película Mujer Bonita es tal cual la misma historia. El millonario que se enamora de una ordinaria hasta lookearla de dama fina para lo cual Julia Roberts tiene un buen soporte físico y la cosa no es tan difícil.

El hecho es que las cosas se arreglan con guita, dinero, mosca, calderilla, perras, morlacos, lucas, verdolagas, y cualquier otra palabreja que signifique dinero vil e inmundo mental que ojalá te llevaras mejor conmigo.

Anónimo dijo...

Antes de que fuera elegante andar con un perrito, fui usado por mi tía que me llevaba a sus reuniones de rummy canasta.

Me compraba ropa carísima, me hacía peinar por su peluquero personal y a domicilio y yo recibía algunos billetes que los gastaba vistiéndome de otra forma muy distinta porque mis amigos y amigas gastaban tela jean y calzado preferentemente maltratado.

Anónimo dijo...

Estoy decididamente enamorada de Julia Roberts y tengo sus fotos por todos lados. Sueño con besarla en la boca, besarle el cuello, los senos y me excita muchísimo imaginármela fuera de control por mis experimentadas caricias y artesanías linguales.

Veo un progreso alentador en la humanidad porque cada vez somos más aceptadas las que nos abstenemos de los hombres para disfrutar con lo más hermoso que existe en la vida: el amor en todas sus manifestaciones.

Leo este blog porque dos por tres tira alguna buena reflexión sin condenar a la gente como yo.