miércoles, 9 de abril de 2008

Emigración del país Malo al país Bueno

Todos los lectores de este blog viven en alguna república entendiéndose por tal la forma de organización del Estado cuya máxima autoridad es elegida por los ciudadanos directamente o por un Parlamento que a su vez fue elegido por los ciudadanos directamente.

¿Que significa este estilo de organización? Varias cosas pero voy a mencionar la que generalmente no se menciona. Esos gobernantes nos representan. Los que toman las decisiones lo hacen en nombre nuestro. Nosotros los designamos (mediante el voto) para que tomen decisiones en lugar nuestro.

¿Qué beneficios tiene este estilo de organización? Varios beneficios pero voy a mencionar el que generalmente no se menciona: Gracias a esta forma de organización puedo pensar y decir que esos representantes son los culpables de una gran cantidad de cosas malas que nos suceden.

Si no tengo dinero, no es porque soy poco productivo, es porque ellos están administrando mal el país, no están generando fuentes de trabajo, no están haciendo lo que corresponde con la redistribución de la riqueza.

Si tengo la mala suerte de ser robado por un ladrón, no es porque me descuidé, porque hice ostentación de poseer bienes codiciables, por haber dejado la puerta abierta, es porque los gobernantes no están pudiendo lograr una seguridad ciudadana mínima.

Si la localidad donde vivo está sucia, desprolija, mal iluminada, no es porque yo tire papelitos en la calle, ni porque exprese mi arte pictórico sobre los muros de la ciudad o porque mi hijo se divierta tirándole piedras a los focos de luz, está todo mal porque el alcalde o el intendente no está haciendo las cosas que debe hacer en tiempo y forma.

Resumo: La lista de beneficios de este tipo que tenemos en una forma de organización de tipo representativa es enorme y nos permite olvidarnos de que nuestro alivio en la responsabilidad personal es transitorio porque a la corta o a la larga tanta comodidad termina por perjudicarnos. Excepto cuando decidimos irnos a otra comarca y empezar de nuevo. Éste es un buen motivo por el cual la gente emigra, aunque seguramente diga que donde estaba no había gobernantes que hicieran las cosas bien y que se va a otro lugar donde los gobernantes son mucho más eficientes.

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18 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Y a qué viene todo esto? Me crié en una familia, con un grupo de amigos, en un barrio, en una ciudad y en un país donde se critica a los políticos permanentemente. Política y fútbol son las pasiones populares por excelencia. ¿Qué hay de malo en eso?

Anónimo dijo...

Me parece que no existe nada que se haga sin un objetivo. Si criticamos a los políticos o tenemos el carnaval de mayor duración del mundo es porque eso nos conviene. No existen comunidades tontas o perversas o enfermas. Lo que a veces sucede es que las comunidades se equivocan, pero qué quiere decir que se equivocan? Que si en el largo plazo una cierta actitud se considera causante de un perjuicio, entonces se evalúa como un error, pero también podría evaluarse como un accidente que no podía evitarse aunque después que las cosas suceden muchas personas creen que eso era muy sencillo de adivinar antes de que sucediera, LO CUAL NO ES CIERTO.

Anónimo dijo...

Convengamos que los políticos patrocinan este tipo de culpabilización sobre ellos, aún cuando sean injustas. Ellos están preparados para soportar estos embates y los toleran con bonhomía. Para ser político hay que hacer muchos sacrificios y el soportar las críticas injustas debe ser uno de los menores. Son personas adictas al poder, no tienen control sobre su vocación, cuando no son elegidos y tienen que abandonar sus cargos, sufren.

Anónimo dijo...

Hay un proverbio que dice "si lo querés, andá. Si no lo querés, mandá". Lo que yo entiendo con esto es que cuando uno tiene un verdadero interés por algo, no tiene que delegar en nadie. Por el contrario, cuando alguien delega en otro una tarea o una responsabilidad, es porque no le interesa lo suficiente.

Anónimo dijo...

Lo que acá se está diciendo simplemente es que muchas veces delegamos en los gobernantes más responsabilidades de las que realmente tienen. Al hablar de responsabilidades, tenemos que hablar de omisiones a la responsabilidad y de ahí deriva la culpabilidad. Y acá concuerdo con Marcela: ellos parecen conformes con tener tantas responsabilidades.

Anónimo dijo...

Fue difícil para mi hijo irse a vivir a Alemania. Con mi esposa llegamos a arrepentirnos de haberlo hecho estudiar ese idioma, pero su futuro acá tenía "un techo demasiado bajo". Creo que nos dimos ánimo poniéndonos de acuerdo entre los tres que en este país la mediocridad es un obstáculo insalvable y en que nuestros gobernantes nunca mejorarán.

Anónimo dijo...

Los gobiernos dictatoriales conocidos en América Latina son muy deseables porque, no solamente permiten descargar sobre ellos la responsabilidad de todo lo malo que nos acontece sino que además nos evitamos la mínima culpa de haberlos votado.

La dictaduras (en este sentido)son hasta más cómodas que los gobiernos democráticos.

Anónimo dijo...

Es cierto que es posible descargar las frustraciones sobre los políticos pero en una sociedad tan sofisticadas como la nuestra, todos nos tenemos que especializar en algo concreto y no todos podemos especializarnos en legislar.

Anónimo dijo...

No es que uno se vaya del país porque los políticos son incompetentes y en otro país son mejores. En el país propio estoy atado por sentimientos que no me permiten ser productivo y hacer dinero mientras que a la gente del país donde estoy no me importa cobrarle todo lo que pueda por lo poco que hago. Acá no me siento cumplable de enriquecerme porque esta gente no me importa.

Anónimo dijo...

Hay un fenómeno que para mí sucede y que me llama la atención. El presidente es un ser humano igual que cualquiera de nosotros pero la investidura lo transforma en un símbolo que nos representa, dentro y fuera del país.

Cuando un nativo habla mal del presidente, no se toma a mal porque parecería ser que no es agraviante lo que en última instancia sería una auto-crítica (xq hablo mal de quien me representa, o sea, hablo mal de mí), pero cuando es un extranjero quien critica a nuestro presidente, ahí somos capaces de delcararle la guerra.

O sea, no soportamos que alguien -que no sea de la familia- nos critique.

Anónimo dijo...

Retomo lo de Nelson y agrego: Si no nos dejamos criticar más que por quienes se nos parecen, lo que buscamos es que la mayoría de nuestros defectos pasen desapercibidos.

Y otra más: Lo que logramos con eso de dejarnos criticar solamente por los que se nos parecen es que la población sea lo más uniforme posible, que no haya ninguno diferente, que seamos una masa homogénea. En rigor, lo que está establecido como norma es que todos tratemos de señalar en nuestros conciudadanos aquellos rasgos que lo diferencien de los demás. Así terminamos en que todos estamos "cortados por la misma tijera". Somos masa. No somos un crisol de culturas. Somos grises y mediocres. Somos ENDOGÁMICOS!!!!

Anónimo dijo...

La gente que emigra no se va pensando que quiere ir a un país mejor administrado, quiere irse a un país más rico, mandar dinero a la flia., que su hora de trabajo sea mejor paga, poder ahorrar y volver o quedarse allá con un nivel de vida mejor que el que tenía acá. Si en ese país el porcentaje de desempleados es mayor que en el nuestro, no le importa, mientras el tenga empleo.

Anónimo dijo...

Siempre va a estar el que te diga "ah pero yo no los voté", porque el concepto de democracia_ aceptar que gobierne la mayoría- lo aceptamos con todas sus imperfecciones porque todavía no inventamos nada mejor.

Anónimo dijo...

Para mi el mejor beneficio de la democracia representativa es que no me tengo que ocupar.

Anónimo dijo...

Tengo algunas amigas que dicen que en este país no se puede vivir, que si no venís heredando mejor que ni lo intentes (ser propietario, tener un autito) porque te va a llegar cuando ya no puedas disfrutarlo, etc. Como dice el licenciado toda la culpa va para el país donde les toco nacer. Aunque es cierto que en algunos lugares es más fácil que en otros, me parece que les cuesta aceptar su mediocridad. No quieren ver que los que levantan cabeza son especiales por algún motivo.

Anónimo dijo...

¿Quién tuvo la culpa de toda la basura que estuvo tirada por las calles montevideanas durante días?
Erlich.
Esto lo decía un ciudadano indignado frente a las cámaras de T.V. mientras sarandeaba un condón que acababa de levantar de entre la basura. Está claro, la culpa es de Erlich. ¡Cómo no se le ocurrió salir con un trineo tirado por perros cimarrones y levantar toda la basura en una noche!

Anónimo dijo...

En ese otro lugar a donde van los que emigran, los gobernantes son tan eficientes que tienen una oficina de migraciones bien grandotota con mucha gente que le gusta salir a cazar.

Anónimo dijo...

Esto de hablar mal o bien del gobierno hay que verlo también desde otro punto de vista: las amistades. Cuando en la rueda la mano viene de dar palo al gobierno, ahí te sumás y enseguida se crea un clima de fraternidad. Lo mismo si es al revés.
Por experiencia propia advierto que si el asado o la reunión que fuera, venía acompañada de bebidas espirituosas hay que estar atento a los vaivenes de la opinión. Generalmente las opiniones se vuelven más tajantes pero otras veces se producen cambios inusitados, entra a tallar la sensibilería y ... a mí me pasó una vez que pasé toda una reunión hablando disparates de todo el Directorio del Partido Nacional, con un amigo colorado y después resulta que empezó a recordar los orígenes de su familia en el campo, que la Estancia del Cordobés, que los primos de Santa Clara y terminó moqueando y agarrándome a las trompadas!