domingo, 13 de abril de 2008

Este jockey no me sirve

Existe literatura sobre explotación del hombre por el hombre de la época que usted pida. En nuestra privilegiada especie siempre alguien está explotando a otro.

Simultáneamente a este abuso se ha producido siempre una resistencia, algún intento de rebelión que ha puesto en movimiento la agresividad, la inteligencia y la exposición al riesgo de los injustamente sometidos.

Se han venido haciendo progresos en éste último sentido pero ¿con qué nos encontramos? Con que los despóticos opresores también han ido mejorando su metodología para proseguir con su siniestra actitud.

Uno de los síntomas de la explotación es el agotamiento de la víctima. Más específicamente aparecen dolores, insomnio, taquicardia, baja autoestima, ansiedad, falta de concentración, agresividad, paranoia, distanciamiento afectivo, y muchos otros fenómenos por el estilo.

Quizá la metodología más sofisticada que han encontrado los opresores es el anonimato, el ejercicio de la presión indirecta.

Ésta consistiría en generar condiciones para que el trabajador esté poseído por un afán de trabajo desmedido, por la búsqueda de objetivos muy ambiciosos, por una actitud tan competitiva que la propia víctima se autoflagela... igual que los esclavistas golpeaban con un látigo a los esclavos, como un jockey chicotea al caballo.

●●●

19 comentarios:

Anónimo dijo...

Soy víctima de dos tipos de explotación y lo quiero decir ya que acabo de darme cuenta:

1. La de los seres odiados, como el dueño del supermercado donde trabajo cerca de 12 horas diarias y me hago cargo de todo, nunca tengo un error, tengo puesta la camiseta como si el negocio fuera mío mientras él puede atender dos farmacias.

2. La de los seres queridos, que son mis dos hijos de 20 y 18, nena y varón respectivamente, que han descubierto que no están en condiciones de trabajar hasta que no sea imprescindible y que estudiar no sirve de mucho porque yo soy contador público y vivo quejándome de cómo me explotan.

Anónimo dijo...

No sé si soy explotado o no por el que ahora me emplea pero por la dudas yo trato de explotarlo a él todo lo que puedo. Soy muy cuidadoso pero le uso toda la Internet que puedo, me baño acá, como vivo sólo es muy poca el agua y la luz que consumo en mi casa, los artículos de escritorio (papel, lápiz) hace años que no gasto en eso porque uso los de él.

Anónimo dijo...

Sin ánimo de claudicar en la eterna lucha que vengo haciendo hace más de 20 años en contra del capitalismo y de la oligarquía encaramada en el poder de mi país, a veces pienso que quizá esté luchando contra la naturaleza humana y que no es razonable mantener la esperanza de que esto algún día va a cambiar.

Anónimo dijo...

Está muy bien explicada la idea de cómo estamos engarzados en una máquina trituradora que nos exprime. Creo que lo que no se explicita es que se está hablando del "burn-out" (algo así como fundirse por recalentamiento) o de lo que hace unos años también se llamaba "surmenage".

En mi época de estudiante se decía que a los que exageraban con el estudio les podía pasar eso y que era un mal terrible. Por esas razones sanitarias muchos nos cuidábamos de no estudiar demasiado. ja-ja

Anónimo dijo...

Cuando el 29 de agosto del 2006 cumplí 31 años, como un autómata fui a trabajar, escribí mecánicamente una nota de renuncia, la firmé, entré sin golpear a la oficina del gerente, le entregué la carta, hice un gesto como de saludo teatral, tomé el portarretrato con la foto de mi hija y me fui para mi casa.

Desde entonces, hace más de dos años, soy empresario, trabajo más horas que antes, no tengo jefes que me ordenen, pero tengo a la clientela que es más exigente y opresora.

Anónimo dijo...

Cada vez me cuesta más levantarme y en el trabajo lo único que hago es conectarme a los sitios pornográficos buscando estimularme con algo. No tengo ganas de nada. Cada vez que me piden algo me parece que me mandan a la guerra. No quiero ni tengo ganas de ir al médico. El dueño me mira con cara de disgusto y no sé cómo va a terminar esto. Tampoco me importa demasiado.

Anónimo dijo...

Cuando uno se da cuenta de que lo tomaron por tonto, seguramente que la autoestima baja automáticamente. Cuando además se da cuenta que está metido en una telaraña de la que no puede escapar y que el insecto que lo hizo caer lo está comiendo de a poquito, sin matarlo para que la carne siempre esté fresca, la autoestima también se cae al piso.

Anónimo dijo...

Luché contra el capitalismo organizado por el partido comunista pero ahora que la URSS cayó y que los cubamos vivien mal, no tengo ganas de seguir buscando lo mismo. Estoy desmoralizado. Sin embargo esto se me va a pasar porque estoy seguro de que el hombre algún día dejará de ser el lobo del hombre. No tengo ninguna duda y eso me permitirá levantarme todos los días.

Anónimo dijo...

Cambié de lugar de trabajo y la vida entera cambió. Pared por medio estoy en otro mundo. Ahora estoy con dos mujeres y un tipo que se viven sacando los ojos por ver quién tiene ideas más brillantes, audaces y creativas.

A mi me trajeron acá no sé todavía por qué, pero lo que es cierto es que la hora se me pasa volando y que se me han ocurrido cosas que parecen de otra persona.

Mi abuela dice: "Dime con quien andas..."

Anónimo dijo...

Yo necesitaría un marido con espuelas. Una para que me monte y otra para que me pinche hasta que me duela. Sin sexo y agresión me cuesta mucho moverme.

Extraño al compañero que tenía antes y que abandoné por violento. Al final tuve que dejarlo porque se pasaba de agresivo pero éste es demasiado tranqui y me está empezando a aburrir.

Necesito mezclarlos para sacar uno como la gente. Ohhhh! Releo mezclarlos y me viene a la mente que quizá Carlos sería en candidato ideal para mí: Es un hijodeputa romático. Justo!!

Anónimo dijo...

En mi caso lo grave fue que el médico, antes de darse cuenta que estaba padeciendo un bur-out, me hizo una cantidad de exámenes, incluida una resonancia magnética al cerebro que me volvió medio loco. Cuando se dio cuenta que estaba biológicamente sano, recién ahí me dio pase al psiquíatra quien me dijo que me fuera para mi casa por dos meses. Ya pasaron 95 días y estoy mejor pero no bien. Es complicado ser ambicioso.

Anónimo dijo...

Para mí la cosa es muy clara: Tanto hacés, tanto tenés, tanto disfrutás. No se puede vivir del aire. Hay que romperse el culo o nada cambia. Si Colón, Napoleón, César o Bill Gates llegaron a algo, no fue porque sacaron la lotería. El premio más grande a la lotería no sirve porque una vez que uno tiene plata dulce la despilfarra. La única manera de vivir es rompiéndose el culo. Y no como un gay, que tampoco rinde.

Anónimo dijo...

A los opresores inteligentes no les conviene agotar a la víctima, salvo que quieran sacársela de encima. Generar competencia si les conviene y dicen que en algunos lugares de trabajo es durísima. No conozco esa realidad pero la única salida en caso de desear permanecer es concentrarse en lograr un buen rendimiento y mirar lo menos posible para el costado (si es para comparar).

Anónimo dijo...

Se nota que Natalia no sabe de lo que habla. Ella piensa que se puede trabajar encerrada en una burbuja. Lo que dice es tan estúpido como pensar que los anunciantes no se van a fijar en el raiting de un programa para anunciar.

Anónimo dijo...

Aquí cada cual opina con respeto Leticia. Se ve que andás cansada pero no te la agarres con los que nada tenemos que ver. Lo que intenté decir es que una puede centrarse en mejorar su propio rendimiento o centrarse en superar al inmediatamente superior y así pasarse toda la vida, perderse, no encontrarse nunca. Si sos buena en lo que hacés te va a ir razonablemente bien, vivir estresada no creo que valga la pena.

Anónimo dijo...

Hay pocos empleados como vos Santi, yo te cuento, mirá puse un Ciber y claro, no puedo estar porque tengo otros negocios. Ayer paso por ahí, para ver como se había manejado el chico con los proveedores (tiene anexado un pequeño autoservice) y veo que me vende cigarros sueltos pero no es capaz de poner a disposición del cliente un encendedor, una caja de cerillas, qué se yo. Bueno, me calenté y lo despedí (todavía no me había hecho los 3 meses). Si querés te ofrezco que me mandes a tu nene, que debe ser tan responsable como el papá . ¿Sabías que tengo hechos un par de años en la Facu de Economía? ¿De pronto nos conocemos?

Anónimo dijo...

Ya no me importa el tema de la explotación del hombre por el hombre, ni la vida cristiana, ni ser patrón o empleado, rico o pobre. Lo único que quiero es que me reconozcan, que me hagan sentir que existo. Hace tiempo que me siento el hombre invisible y viví ya más de lo que me resta por vivir.

Anónimo dijo...

Ya que siempre hubo explotación y la humanidad tiene miles y miles de años ¿será tan malo si sigo explotando un par de décadas más?

Anónimo dijo...

Yo me autoflagelo con silicio cuando no logro alcanzar un rendimiento acorde a mis metas.