miércoles, 30 de abril de 2008

Hay una aguja en el pajar

Los motivos por los cuales el dinero es un bien perturbador son desconocidos, pero también es desconocido el antibiótico que combata a los virus y algo tan sencillo como un resfriado se cura cuando el cuerpo puede resolverlo por sí solo y es poco lo que la medicina puede hacer para ayudarlo.

Mis artículos generan varios comentarios que producen una retroalimentación que va esclareciendo el tema y si no podemos hoy en día resolver el tema de la pobreza como sería deseable, es probable que estemos en camino de lograrlo.

La real academia española ya incorporó el vocablo «guita» como significado de «dinero».

Ahora es más legítimo que antes usar públicamente en un blog una expresión que se usaba popularmente. Cuando alguien solicita dinero —y siempre que la confianza lo permitiera— se le puede hacer la broma de preguntarle —¿Así que querés ver-guita? —con lo cual se incluye el doble sentido de «verguita» o sea el diminutivo de verga en su acepción de pene.

Esta broma tiene su efecto porque en alguna parte del inconciente existe una asociación entre el genital masculino y el dinero. No tengo idea cuál puede ser esa o esas asociaciones posibles, pero cuando se dice «Es más difícil que encontrar una aguja en un pajar», se presentan dos opciones: Si se sabe que la aguja está, será difícil encontrarla pero vale la pena buscarla. Si no se está seguro de que la aguja esté ahí, la cosa ya se hace más cuesta arriba porque el esfuerzo puede ser totalmente vano.

En suma: Podemos asegurar que existe una asociación inconciente entre «pene» y «dinero» porque este juego de palabras (¿querés ver-guita?) es utilizado con fines humorísticos. Lo que sigue ahora es buscar cuál es esa asociación (encontrar la aguja en el pajar).

Seguimos en contacto.

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6 comentarios:

Anónimo dijo...

No es tan desconocido por qué el dinero es perturbador. Me parece que es bastante obvio que el dinero envilece a la gente y este es un motivo suficiente para que sea perturbador.

Anónimo dijo...

Una asociación posible entre el dinero y el pene, en mi es clara: Estoy muy contenta cuando tengo dinero y estoy muy contenta cuando encuentro un hombre que me penetre con pasión y me provoque orgasmos cuyo recuerdo me pueden durar años. El placer que siento cuando el saldo de mi tarjeta de crédito me permite comprar más y más zapatos (éste es mi hobby) es comparable al tamaño del pene y a la cantidad de semen que yo siento que entra a mi vagina cuando él eyacula como un caballo.

Para mi todo es muy clarito.

Anónimo dijo...

Con el dinero uno puede tener más objetos de placer y con el pene uno puede tener más hijos del placer. Con mi marido tenemos ya tres y él entro a mi vida con dos hijos que tuvo con su ex-mujer. Es un hombre que busca la riqueza permanentemente: en familia y en dinero. Ambos bienes se complementan tanto para él como para mí. Si él me sigue eligiendo como la madre de sus hijos, me hace muy feliz; si veo que nuestros hijos tienen básicamente todo lo que necesitan, estoy dichosa.

Creo que los que critican a los ambiciosos están fijándose nada más que en los que aman el dinero como objeto de amor y no como una herramienta idónea para hacer que la corta vida que nos toca vivir, sea disfrutada cada segundo.

Anónimo dijo...

De algún lado saqué que los hombres deseamos tener penes grandes y/o mucho dinero.

Los motoqueros, por ejemplo, son tipos que andan en esas máquinas enormes, que los llevan de pueblo en pueblo, con sus ropas de cuero QUE PARA MI SON PREPUCIOS.

Una Harley Davison puede costar entre U$S 25.000 y 30.000.

Anónimo dijo...

Veo que ud está buscando generar una teoría general que incluya los conceptos dinero y pene.

Sin embargo yo le voy a contar que hasta los sesenta y seis años fui una mujer muy coqueta que hacía todo lo que podía hacer una mujer de mi edad, hasta que tuve una caída fea y ahora me convertí en un carrito autopropulsado.

Mi fisioterapeuta es un ángel que llegó a mi vida gracias a que no puedo caminar. Es increíble las cosas que me sugiere para que alegre mi vida con lo que me queda del cuerpo y me facilitó el teléfono de cuatro chicos muy gentiles que por unos pocos pesos han traído a mi casa las juergas más locas y por eso digo que en mi caso, penes y dinero están muy bien asociados.

Se que andan otras señoras de mi edad aburriéndose y quizá esperando que la suerte las ayude para terminar sus días después de un apagón amoroso de varios años. ¡Ayudense uds chicas!

Anónimo dijo...

El problema de la riqueza es tan grande y antiguo que lo admiro de que ud tenga esperanzas de resolverlo. Claro que si todos pensaran como yo nada cambiar�a. Lo m�s que puedo hacer es desearle suerte porque yo no puedo hacer nada por los despose�dos y ellos s� hacen por m� ya que me desgarran el coraz�n cuando los veo.