sábado, 19 de abril de 2008

Vilma Picapiedra

Todavía está presente en nuestra cultura el gen que compele a las mujeres a ser administradoras austeras y honestas de los recursos económicos que logre traer su hombre al hogar.

Logrará comprar bienes y servicios a precios increíbles logrando que su familia tenga un maravilloso bienestar con los escasísimos recursos que pueda aportar su hombre.

Mantendrá la higiene en niveles de excelencia, será experta en quitar manchas, en preparar menús exóticos con dos papas y un boniato, la bolsa de los residuos será prácticamente inexistente porque todo sabrá ella cómo aprovecharlo.

Su destreza manual se expresará en rutilantes tejidos, confección de prendas de tela —queda exonerada de la confección de calzado—, la cocina incluirá repostería bellamente decorada, tendrá una habilidad natural para que su casa parezca un palacio de fino buen gusto.

Los conocimientos sobre el cuidado infantil serán innatos y muy sabios. Deberá destacarse por su particular carisma a la hora de educar a los hijos hasta que contraigan matrimonio y si la casa es amplia, también sabrá cómo educar a las nueras y a los yernos.

Durante su juventud pudo haberse recibido de ingeniera, abogada, médica o psicóloga, pero luego sabrá abandonar estas destrezas porque tendrán prioridad para ella el éxito laboral de su marido y la crianza de los hijos.

El único dinero que podrá tocar sus manos será el que traiga el esposo porque el que ganara ella empañaría la habilidad del cónyuge además de generar una sórdida sospecha sobre qué tuvo que hacer para ganárselo.

Repito: el gen que trae este conjunto de ideas aún está circulando en nuestros cuerpos ‘del siglo pasado’ e ignorar la tara que conlleva sólo sirve para agravar las consecuencias.

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19 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Ja! Lo tengo: el licenciado conoce a mi madre.

Anónimo dijo...

Menos mal que Simone de Beauvoir falleci� porque si lee este art�culo, se brota toda. ja-ja.

Ojo a las lectoras ansiosas: Queda claro que nuestro com�n amigo deja claro que todo esto se trata de una tara gen�tica.

Creo que se puede seguir confiando en �l, aunque sin olvidarnos que es un hombre. je-je

Anónimo dijo...

Las feministas son un grupo confuso de mujeres que pelean por algo pero me cuesta entenderlas porque a veces parece que son usadas por movimientos políticos con el engaño de que se procura defender los intereses de género, otras veces parece un brazo activo de las lesbianas que desearía que todas las demás mujeres también lo fueran. No sé, me confunden. Lo primero que pienso es que no tiene lógica que quienes más nos deseamos y necesitamos estemos radicalizados en dos bandos que se confrontan. ¡Es un disparate! Sólo a un ser humano se le puede ocurrir este disparate.

Anónimo dijo...

Ya que se toca el tema de nosotras quieron que sigamos luchando para que se eliminen todas las leyes que pretenden decidir sobre nuestros cuerpos y sobre nuestras vidas para que seamos nosotras las únicas responsables. El próximo paso es despenalizar el aborto. Una vez que esto suceda, trataremos por todos los medios posibles de que se practique sólo cuando sea imprescindible.

Anónimo dijo...

No se mucho del tema pero lo que a mi me llega como información me hace pensar que los movimientos feministas lo que han logrado realmente hasta ahora es darle a la mujer el estatus de ser humano.

Si esto que yo percibo es correcto, entonces se vuelve obvia la pregunta: ¿y antes qué eran?

Si ud es mujer y no sabe responder a esta pregunta, rece con devoción para que la conquista del feminismo haya sido otra cosa diferente a esa de reconocerlas como pertenecientes a nuestra especie.

Le deseo lo mejor (¿observó que mujer y mejor son palabras casi idénticas?)

Anónimo dijo...

Soy varón pero me preocupa cómo les va a las mujeres porque tengo una en casa (mi madre), otra en la mira (una compañera de trabajo) y algún día me matrimoniaré con ella.

Lo que no me cierra es esto: las mujeres luchan por tener los mismos derechos que los hombres ¿no? ¿Luchan también por tener las mismas obligaciones? Seguramente que no. Entonces, si no luchan para tener las mismas obligaciones, están esperando que alguien se las imponga. Si esperan que alguien se las imponga, este alguien ¿de qué género será? ¿hombre o mujer? La única respuesta correcta y coherente sería CUALQUIERA. Si la única respuesta es Cualquiera, ¿por qué ahora están en desacuerdo con la diferencia entre los géneros?

Anónimo dijo...

Responderé alguna interrogantes que seguramente están en la cabeza de más de uno de los lectores de este Blog.

Es muy sencillo y me lo van a entender de primera: Ambos géneros se juntan para reproducirse. El acto en sí está precedido de una serie de gestos estimulantes para la cópula y algunos de estos gestos son el conflicto, la belicosidad, la confrontación, la pelea, el enojo (también llamada -¡oh casualidad!-'calentura').

Que este amplio menú de conductas incluya algunas que parecen apuntar al rechazo no es más que un estilo algo más sofisticado. En el fondo, la confrontación entre el hombre y la mujer sólo busca llevar al máximo el deseo de fornicar para reproducirse.

¿Vieron qué sencillo que era?

Anónimo dijo...

Esta mujer no tiene ninguna faceta art�stica? No es concertista de piano? No es soprano? Qu� tal es como alfarera?

Mmmm, me parece que si nada de esto fue mencionado, se trata de una simple holgazana.

:-)

Anónimo dijo...

Yo y una niña de mi colegio éramos los únicos huérfanos funcionales porque mi madre era escribana y la de ella empresaria y ninguna de las dos estuvo nunca el tiempo suficiente con nosotros. Teníamos una maestra que nos ayudaba con los deberes, la mayoría de las dudas se solucionaban por teléfono y esquelitas colgadas con el imán de la heladera. El microondas aprendí a usarlo como haría un náufrago en una isla desierta. Lo mío fue la supervivencia. Tengo más afecto por la tele que por ella. Regalos nunca me faltaron y podía disimular bastante bien la ausencia maternal con los compañeritos que tenían una madre full time porque cuando venían a mis cumpleaños tenía los mejores payasos, las mejores sorpresas. Todo maravilloso, PERO...

Anónimo dijo...

Cuando leí el modelo de mujer Vilma quedé horrorizada, sin embargo cada dos por tres fantaseo con un estilo de vida así. Si se trata de una tara genética tengo pocas esperanzas. Qué pena que las mujeres seamos tan incoherentes.

Anónimo dijo...

Si yo fuese una super mujer, con las pilas siempre bien cargadas y un espíritu de emprendimiento doméstico sólido, me gustaría mucho ser así, pero tendría que agregarle más cosas entonces ahí es que se vuelve imposible para las posibilidades humanas. A mi me gustaría ser Vilma pero además artista e intelectual. Dentro del arte destacarme ampliamente en danza moderna, literatura y pintura. En cuanto al cultivo del intelecto, nada de lo humano, animal, vegetal o mineral me es ageno.
Por eso digo, excelente madre, esposa, factor de unión familiar más el arte y la intelectualidad ta difícil.
Ah! además me gustaría ser una excelente actriz.

Anónimo dijo...

Con orgullo puedo decir junto con Florencia que mi madre se acerca bastante. Digo con orgullo porque ella dice ser feliz y parece creíble.

Anónimo dijo...

Guido querido, no existe ningún grupo que se junte para hacer algo que no tenga defectos.
A las feministas les debemos reconocer el enorme esfuerzo de intentar adaptar el paradigma femenino a los tiempos de la era industrial.

Anónimo dijo...

Me encanto el piropo de Sixto. Mmmuuuaa!

Anónimo dijo...

Como ciudadanos hombres y mujeres podemos tener derechos y deberes bastante similares. Pero rompe los ojos que somos distintos. Por ej. no me imagino que en el plano laboral sea posible tener los mismos derechos y deberes. Ahí las mujeres tenemos que tener más derechos que los hombres.

Anónimo dijo...

La confrontación entre hombres y mujeres tiene su parte divertida pero no olvidemos que a veces llega al homicidio.

Anónimo dijo...

Hay peleas en las parejas que insitan al sexo.
Te peleás porque estás embroncada con algo, pero cuando las cosas entre ambos están bien, sabés en el fondo que más allá de la discordia del momento hay un enorme deseo de juntos compartir la vida. Entonces viene esa necesidad de sentir que el otro sigue ahí contigo y te lo querés coger para que te perdone pero sobre todo para asegurarte de que no da un portaso y se va.

Anónimo dijo...

Lamentable lo tuyo Mariela. Así que tenés sexo con tu marido para sobornarlo. ¿Y el deseo sexual del que hablás donde está?

Anónimo dijo...

¡Cómo los escasísimos recursos que pueda aportar su hombre. Eso es bien picapiedra. Él deberá aportar todo lo posible de acuerdo a su capacidad y a su necesidad...¿Y si no tiene mucha necesidad? Por suerte estamos a tiempo para hacerle algún que otro retoque al modelo comunista.