lunes, 9 de junio de 2008

En 30 años te comunico mi decisión

En otro artículo publicado hoy —titulado «El soltero casa quiere»— aludo a que los jóvenes parecen estar utilizando criterios financieros para suavizar los cambios que se van produciendo en sus vidas.

En otro orden, también los jóvenes de varios países están tomando decisiones de tipo financiero y que se refieren al sueño universal de «la casa propia».

Hasta hace veinte años atrás, la mayoría de las personas alquilaba un inmueble para alojarse junto a su familia y unos pocos, luego de grandes ahorros, sacrificios y privaciones, lograban cumplir el referido sueño universal.

Actualmente ese alquiler puede ser tomado como parte de pago de la casa que algún día puede llegar a ser propia.

En sustancia parece que el cambio ha sido pequeño pero sin embargo ha sido importante. El alquiler se vivía como un dinero perdido mientras que el mismo importe pagado hoy se siente como dinero invertido.

Efectivamente, el desarrollo de la industria financiera ha incorporado la modalidad leasing por la cual alguien paga un importe parecido a un alquiler y luego de un cierto plazo, pude optar por pagar un saldo y constituirse en propietario del inmueble. De esta manera, cuando los habitantes deciden pagar el saldo y quedarse definitivamente con la casa, aquellos importes pagados mes a mes deben considerarse como el pago de cuotas de un préstamo y cuando los habitantes deciden devolver el bien, entonces aquellos importes pagados mes a mes deben interpretarse como alquiler.

La aparición de estas opciones han aportado flexibilidad a la toma de decisiones, a los compromisos, a las responsabilidades, a la disciplina con la que las personas tienen que actuar. Hemos ganado libertad, tranquilidad, calidad de vida.

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13 comentarios:

Anónimo dijo...

Nuestros padres no pueden creer que nosotros pensemos en comprarnos una casa antes de irnos a vivir juntos. Ellos dicen que el ajuar es algo más sobrio. Son de otra generación más chata.

Anónimo dijo...

El leasing se usa mucho para alquilar un auto. Acá se hace todo el tiempo.

Anónimo dijo...

No puedo creer que exista una manera de recuperar la plata del alquiler que uno ya pagó. ¿Cómo es bien esa idea? Yo llevo perdidos miles de pesos y me serviría mucho recuperar algo aunque sea.

Anónimo dijo...

Mi marido compró el camión con el que trabaja en ese método que nunca puedo recordar bien cómo se llama. Dice que cuando se le gaste, en lugar de quedarse con él va a pedir que le den uno nuevo. Yo no entiendo casi nada pero él hace las cosas bien. Es la segunda vez que veo que alguien menciona ese método.

Anónimo dijo...

En estados unidos tienen un sistema parecido pero en forma de hipoteca. Las familias están todo la vida pagando la casa donde vivien y cada tando pueden cambiarla y siguen pagando y pagando hasta que se mueren. Es como un alquiler pero para ellos es una hipoteca. Claro que la diferencia está en que si algún dían terminan de pagar todo, los herederos la reciben en la herencia.

Anónimo dijo...

La casa propia es mi idea fija. Mis padres y mis abuelos siempre me inculcaron lo mismo y me da mucho miedo pensar que me encariñe con un lugar y que alguien pueda echarme de allí.

Anónimo dijo...

No me doy cuenta qué tiene que ver la imagen con el texto. Estaré dormida o lo intercalaron mal?

Anónimo dijo...

No me parece que la plata gastada en alquiler sea dinero perdido, se paga por el uso y abuso.

Anónimo dijo...

Si en Uruguay los alquileres fueran más accesibles no tendría demasiado sentido el sueño de la casa propia.

Anónimo dijo...

Mis decisiones fueron tan graduales como mi escolaridad. Siempre pensé que viviría 100 años.

Anónimo dijo...

Me gusta eso de alquilar con opción a compra, la esperanza es lo último que se pierde.

Anónimo dijo...

Alquilé durante mucho tiempo una casita preciosa muy bien ubicada en la ciudad. Lamentablemente cuando fui a devolver el bien me dijeron que la casita ahora era un mal. Los propietarios, gente inescrupulosa, contrataron abogados que convencieron al juez de que el mal tenía que terminar de pagarlo yo.

Anónimo dijo...

Ahora que tengo la posibilidad de terminar comprando mi auto siento que todo el tiempo invertido en él, no es tiempo desperdiciado, sin embargo mi mujer no opina lo mismo.