viernes, 15 de mayo de 2009

La ideología genética

En un intento de simplificación, podría decir que hay dos formas de ser: O nos preocupa exclusivamente la aprobación de los demás o ésta nos tiene sin cuidado. Casi seguro que la mayoría de nosotros optamos por alguna actitud intermedia, en algunos casos más cerca del socialismo y en otros casos más cerca del individualismo.

¿Por qué usted o yo optamos por una y no por la otra? No lo sé y me atrevo a afirmar que nadie lo sabe, aunque todos podemos tener alguna idea. En este caso comparto con usted cuál es la mía.

En dos artículos anteriores (1), comento que es probable que en nuestra especie también sean las mujeres las que, cuando sus hormonas las inducen a buscar un varón, sean sus genes los que las inducen a elegirlo con determinadas características.

Esta suposición explicaría el enamoramiento: Amamos a quien nos daría los mejores hijos. De este sentimiento se vale la naturaleza para el mejoramiento de nuestra especie. En otras apela a una lucha entre los machos para que el ganador (y supuestamente mejor dotado genéticamente) copule con la hembra en celo.

No podría descartarse la hipótesis de que somos socialistas o individualistas, ateos o creyentes, idealistas o materialistas, porque así se expresa nuestra naturaleza en la cultura y época en la que nacemos y nos criamos.

Si esto fuera así, entonces nuestras posturas ideológicas pasarían a formar parte de nuestra naturaleza, en la misma categoría que nuestra complexión física, que nuestra salud, que nuestra resistencia al cansancio.

Conclusión: Tratar de argumentar en defensa de nuestra ideología sería tan poco razonable como fundamentar nuestra estatura o el color de nuestra piel.


(1) Los artículos son: «Son celosa con quien estoy en celo» y Amor por conveniencia

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10 comentarios:

Amalia Pedemonte dijo...

Yo estoy enamorada de un hombre con el que no pienso tener hijos. ¿Cómo explica eso entonces?

Yamandú Pérez dijo...

No me parece correcto que no se pueda argumentar a favor o en contra de una ideología. Sí estoy de acuerdo en que la ideología te hace y no se elije.

macarena herrera dijo...

Esta vez no entiendo la relación de la foto con el artículo. A veces se pone misterioso, licenciado!

Claudia Justo dijo...

No veo qué tiene que ver el socialismo con la búsqueda de aprobación ¿para qué entrevera los cables?

Lucía dijo...

La idea es interesante pero precisa más desarrollo (no entiendo nada), capaz que soy yo.

Yoel dijo...

Si nuestra ideología está determinada genéticamente ¿cómo se explican los cambios que una persona tiene con respecto a sus ideas a lo largo de su vida?

Leticia Cambre dijo...

¿qué es lo que busca una mujer en un hombre después de la menopausia?

Pedro Pepe Lacalle dijo...

Fundamento en defensa de mi ideología porque estoy en campaña.

Anónimo dijo...

Cuando nací se perseguía a los ateos. Soy creyente por supervivencia.

José B. dijo...

Asumir que somos como somos puede ser fácil para aquellas particularidades que no nos estropeen la calidad de vida.

Las taras de familia x ejemplo, se denuncian a los cuatro vientos mientras que la belleza puede tomarse como algo más exclusivo, propio de un cierto tratamiento, de un protagonismo, de un esfuerzo.