miércoles, 17 de junio de 2009

El canto de las sirenas

Cuenta la leyenda, especialmente la más antigua que conocemos: La Odisea escrita por Homero—, que las sirenas eran personajes femeninos que seducían a los marinos que pasaban cerca de la isla que habitaban.

Los atraían para matarlos por medio de un canto de belleza irresistible.

Algunos sostiene que el sentido más vulnerable es el oído porque sobre los demás tenemos cierto control: podemos cerrar los ojos, taparnos la nariz, no llevarnos algo a la boca, no tocar, pero el sonido se nos impone aunque nos tapemos las orejas.

Seguramente Homero ya lo entendía así hace más de 2.800 años cuando nos cuenta las dificultades que tuvo su héroe (Ulises) para no ceder al encanto de las sirenas cantoras.

Toda esta introducción se vincula con el tema central de este blog porque la publicidad utiliza las música para encantar a los consumidores, para seducirlos con melodías y textos pegadizos que los hagan caer en la tentación de comprar eso que se publicita (lo necesite o no; lo desee o no).

La idea publicitaria se hace extensiva a la venta de candidatos presidenciales, de ideologías, de partidos políticos, de credos religiosos.

Puede ser interesante prestarle atención a los ingresos auditivos (lo que escuchamos) porque el emisor puede ser un heredero de aquellas malignas sirenas o simplemente alguien que solo quiere deleitarnos generosamente con su arte musical.

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11 comentarios:

Javier Xavier dijo...

Me irrita sobremanera la poesía aplicada a la promoción de ideas políticas o religiosas. Creo que son tan tramposas como las sirenas.

Germán Tiago dijo...

Considero que no existen individuos mejor adaptados al sistema que los agentes publicitarios.

Magela Cerdá dijo...

¿Por qué los que hacen las campañas publicitarias para los presidenciables no tienen ni un poquito de ese encanto irresistible que tenían las sirenas?

el recluso dijo...

Yo cedí al encanto de los niños cantores y aquí estoy ¡tras las rejas!

Marito Montana dijo...

Me pregunto si acaso las sirenas serían igual de irresistibles con la mitad de pez de la cintura para arriba.

Mercedes Apátika dijo...

Si sólo comprara lo que necesito o deseo, no compraría casi nada ¡que horror!!

Celina Roberts dijo...

Es lo que siempre le digo al osito ¡mira porque no se tapa los ojos!

la viudita dijo...

Las mujeres se alimentan de los hombres. Eso no es maligno; es parte de la naturaleza irrebocable.

CHECHU dijo...

LOS CONSUMIDORES CAPITALISTAS SE ENCANTAN CON MELODÍAS PORQUE SON UNA MANGA DE SERPIENTES

el poeta dijo...

En las grandes ciudades las sirenas cantoras anuncian la llegada de los bomberos.

Agripina dijo...

La publicidad es como los virus: muta para continuar reproduciéndose.