jueves, 2 de julio de 2009

Los pequeños capitalistas

En el artículo publicado ayer con el título La gratuidad del aire comento que los alimentos sólidos y líquidos ocupan un tercer lugar en orden de necesidad para vivir (primero está el aire y segundo el agua potable) y que en cuatro lugar está la vestimenta.

Los emprendimientos comerciales e industriales de personas que cuentan con un pequeño capital suelen dirigirse a la fabricación y comercialización de alimentos o prendas de vestir.

Esto no excluye que poseedores de grandes capitales también participen en ese mercado.

La situación de los pequeños comerciantes e industriales que producen y negocian mercancías de consumo masivo tienen las siguientes particularidades:

1) Se aseguran de que podrán encontrar compradores porque negocian artículos de consumo imprescindible;

2) Como una mayoría de personas con escaso capital busca la seguridad, compiten entre sí y deben bajar sus ganancias para efectivamente encontrar compradores;

3) Al recibir pocas ganancias, el valor de su trabajo es bajo (tienen que trabajar muchas horas para hacer muchas ventas para ganar lo suficiente para autosustentarse económicamente);

4) Se cumple la ley económica según la cual las ganancias son proporcionales al riesgo de la inversión;

5) En muchos casos estos comerciantes y/o fabricantes pueden tener una realización personal en tanto su personalidad está mejor adaptada a este tipo de trabajo que a otro que sea en relación de dependencia aunque con ingresos similares o ligeramente superiores.

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19 comentarios:

Amilcar dijo...

La escasa ganancia de los artículos más consumidos se compensa porque, por ejemplo el pan renueva el stock diariamente, mientras que productos enlatados pueden renovar el stock una vez cada dos meses.

Raúl Vilar dijo...

Es mejor vivir más modestamente y no tener que soportar los desplantes de los patronos déspotas.

Juan Manuel dijo...

Lo bueno sería poder vivir del aire y del sol, prescindiendo del resto que por algo de dinero te lleva calidad de vida.

Néstor dijo...

Prefiero ganar poco. A mí no me gusta arriesgarme. Fijesé que hace dos meses que no me quito el barbijo.

Roque dijo...

No me importa tener que trabajar muchas horas. El trabajo es salud y ahora estoy interesado en aumentar mis defensas.

José Zuleico dijo...

Si los presidenciables compiten entre sí para encontrar votantes y son capaces de rebajar su programa al punto de terminar vendiéndonos una parodia lastimosa, por qué no voy a poder yo, simple ciudadano, bajar los precios para encontrar compradores.

Obdulio Pokaluce dijo...

No tengo pega para los negocios. El verano ppdo. creí que había descubierto una oportunidad genial. Se me ocurrió vender agua en la maratón París-Lyon.
Terminé con un balazo en la pierna. No sabía que la costumbre de la gente era pararse en la carreterla para alcanzarle agua a los maratonistas, en forma totalmente gratuita (el colmo de la fallutería). Encima un franchute puto me hizo juicio porque dice que lo retrasé 5 minutos cuando intenté venderle el agua (que estaba bien barata, por cierto)

Mariana Soler dijo...

Se puede vivir sin consumir alimentos sólidos; se lo digo yo que tengo la boca cosida, como último intento desesperado para bajar de peso. Vivo de jugos y licuados. Como con una pajita.

Ja! Ja! qué coincidencia (también cojo con una pajita)

Fabricio Córcega dijo...

Yo me dedicaba a hacer ballenas para las camisas, lástima que ahora están en extinción.

Anónimo dijo...

Me dedico a hacer esculturas pedorras y gano muy bien.
No se engañen, nada es gratis. Primero tuve que cultivar una larga lista de contactos entre los personajes ilustres del medio.

El guapo dijo...

Tenemos problema con el agua porque a ella no le gusta ser la segundona de nadie.

La cenicienta dijo...

¡Si sabré lo que es eso de trabajar muchas horas para ganar apenas el derecho al techo y un plato de comida! Suerte que en aquel baile conocí al príncipe que me cambió la vida.

Inés dijo...

Para muchas parejas es imprescindible contar con una niñera. Pero es como ud dice...que sea imprescindible para ellos no quiere decir que te lo paguen bien. Además es tremenda responsabilidad y no lo valoran. Esos padres no se dan cuenta de que se arriesgan a que un día les desvalijen la casa o le rapten a los hijos. Bien merecido que se lo tienen.

Mauricio Costas dijo...

Si vendés ropa, la que conviene es la ropa de bebé: poco material, confección sencilla y le ponés el precio de acuerdo a la bobera de la madre.

Marta dijo...

¡El mío es un micro-emprendimiento! No se atreva a llamerme pequeña capitalista!!

el clon dijo...

No puedo ser original. Le juro que hice los máximos esfuerzos. Lo siento.

Didier dijo...

Cuando hay grandes capitalistas me parece que la intervención del estado para protejer a los pequeños es inevitable.

Pancracio dijo...

Los pequeños compradores me pagan casi en el momento pero los compradores grandes me pagan a los varios meses aunque les diga que necesito la plata.

Ellos me usan de banco prestamista a mí que tengo que comprar la comida a crédito.

Lucas dijo...

Cuando tenía menos de 30 años los compañeros me salvaron de tener problemas con la policía porque evitaron que matara a golpes al hijo de punta del dueño del taller. Desde ahí nunca más quise saber de ser empleado. No sirvo para eso.