lunes, 6 de julio de 2009

«No lo vi porque extravié los lentes»

El mes pasado publiqué un artículo titulado La filosofía rentable en el que mencionaba el rechazo inconsciente que podemos tener hacia vocablos como «mercader» y «mercantil», o hacia la expresión «afán de lucro».

Algunos lectores me comentaron que no puede ser que la pequeña influencia de unas palabritas pudiera ser tan importante como para limitar nuestra habilidad para ganar dinero.

Reconozco que no es fácil de entender porque nuestra capacidad de comprensión está condicionada por ciertas proporcionalidades. En este caso el razonamiento podría ser: «Para que yo deje de aprovechar una oportunidad de ganar dinero tengo que estar en cama con 40º de fiebre, pero no porque tenga prejuicios contra el ‘afán de lucro’».

Y sin embargo puede ser que una insignificante palabrita cambie el curso de nuestras decisiones.

La manera de manifestarse este fenómeno es poco evidente pero efectiva. Una de ellas, quizá la más frecuente, es el lapsus. Uno comete errores cuya consecuencia es la imposibilidad de ganar dinero: olvidos, extravíos, hacer comentarios con la persona equivocada. Luego la oportunidad se pierde y diremos que fue mala suerte, casualidad, torpeza.

Otra manifestación posible es un particular desgano, desinterés, descalificación, búsqueda de inconvenientes, defectos, amenazas o riesgos (que si no tuviéramos ese rechazo al ‘afán de lucro’ no aparecerían con tanta contundencia como para que una oportunidad de ganar dinero se pierda, se desvanezca, la dejemos pasar).

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15 comentarios:

Lucía S. dijo...

Es seguro que debo de haber perdido mil oportunidades de ganar dinero, porque ya pasé la mitad de mi vida y todavía no pude ver pasar ninguna.

Pablo dijo...

Mi tía tiene todas las antenas funcionando cuando se trata de aprovechar una oportunidad de ganar dinero, tal es así que hasta encuentra dinero tirado en la calle.

Andrés Lanús dijo...

Recuerdo que una vez intentando cerrar la venta de un inmueble le dije al comprador (que ya casi estaba decidido) que la casa era ideal porque se mantenía fresca en invierno y calurosa en verano.

Ricardo dijo...

En mi inconciente hay un montón de "palabras tranca" que no me permiten exprezar mis ideas con claridad porque me producen asociaciones que me traen lagunas mentales y me quedo con las palabras en la punta de la lengua.

Romina Vázquez dijo...

Nunca debí comentarle a mi cuñada que iba a poner un gimnacio. La actitud de competencia que tiene ella conmigo la llevó a ingeniárselas para poner otro enfrente.

Damián dijo...

Cuando vendí mi auto estuve 1h frente al nuevo propietario, buscando la llave.

Guyunusa dijo...

Ese particular desgano, desinterés, descalificación, búsqueda de inconvenientes, defectos, amenazas o riesgos (y cito palabra por palabra porque ninguna está demás), la encuentro a menudo entre las parejas que intentan formalizar (casarse). No sé si ese rechazo aparece con tanta contundencia porque se rechaza inconcientemente esa oportunidad de ganar en alegría y calidad de vida o porque se piensa que el casamiento es la tumba del amor.
Tercamente sigo opinando que no sabemos amar. No me extraña, por lo tanto, que no sepamos ganar dinero.

Camila Cortazo dijo...

En Uruguay, el Mercado del Puerto y el Mercado de frutas y verduras de la calle Martín García, son para mí las construcciones más evocadoras de vida, belleza y embrujo.
Para trabajar en contra del rechazo inconciente hacia las palabras mercado y mercader, recordaré esos lugares.

Laura Compte dijo...

Para que no aproveche una oportunidad de ganar dinero, tiene que pasar que sienta muchas dudas. Si pienso que las posibilidades de ganar son poco seguras de inmediato me desanimo.

Eriberto dijo...

Mi rechazo es hacia la palabra capital. Quizás porque vivo en un pequeño pueblo perdido en la Provincia. Pero más probable es que sea porque quienes tienen un buen capital, aquí por mis pagos, siempre nos hicieron trabajar como burros a cambio de una mala paga.

Emiliano dijo...

La palabrita que más me limita para ganar dinero es "madrugar"

Lorena dijo...

Me gusta hacer comentarios en su blog porque ud es la persona adecuada.

Manuela dijo...

Entonces yo vivo en un eterno LAPSUS.

Mercedes Camargo dijo...

A veces me pasa que algo muy importante para mí no lo puedo hacer porque estoy desganada. Tu dices que es algo inconsciente que me quita fuerza? Cómo lo soluciono? Solamente yendo a un psicólogo se arreglaría?

AC dijo...

Ja, ja... yo mas que un lapsus debo tener una tara. Siempre encuentro "peros", me pasó lo mismo que ha Romina Vázquez, como dice Guyunusa no soporto la palabra formalizar, como a Eriberto me hicieron trabajar como burra y con mala paga pero en una gran ciudad... ¿se cura?... ja, ja.