domingo, 26 de julio de 2009

Perder por temor a perder

El miedo a perder es una de las principales causas de que tengamos pérdidas.

Esto nos haría concluir rápidamente que el miedo más que evitar algo temido, lo provoca. En otras palabras: es contraproducente.

Cuando alguien concurre a una subasta (remate), es muy probable que termine pagando un sobreprecio cuando el motivo por el cual concurrió a ese evento fue comprar barato.

Para describirlo en pocas palabras, una subasta es la venta de un bien al mejor postor. Existen muchas modalidades y la historia de las subastas incluyen anécdotas insólitas y entretenidas.

Sin embargo lo que procuro comentar con ustedes es una particularidad de nuestra forma de reaccionar ante el miedo a perder.

Cuando deseamos obtener un bien y competimos en tiempo real con otros que también lo desean, pasa a un primer plano de nuestra atención el deseo de no perder el bien que se subasta, por lo cual podemos entrar en una puja descontrolada con los demás interesados.

Por su parte, el rematador (martillero) —quien gana un porcentaje del precio final recibido tanto del antiguo dueño (vendedor) como del nuevo dueño (comprador) del bien rematado—, funciona como un instigador (alentador, fustigador) de esa lucha para que, en definitiva, hagan el peor negocio.

Resumiendo: Es ventajoso saber cómo funciona nuestra psiquis en todos los casos. El temor a perder puede llevarnos a focalizar nuestra atención en un detalle (comprar un bien), haciéndonos olvidar que ese bien tiene un precio razonable, superado el cual empezamos a perder ... por temor a perder.

●●●

18 comentarios:

Miguel Sellanes dijo...

Para mi el miedo a perder hace que se dejen pasar oportunidades pensando que son de todos los días y resulta que después nunca más aparecen.

Mariela dijo...

Mi miedo a perder está fundamentado en que siempre pierdo.

Mariela dijo...

Mi miedo a perder está fundamentado en que siempre pierdo.

Rubén dijo...

El miedo nos entorpece casi todo. Tener confianza y seguridad en uno mismo es uno de los mejores dones a los que se puede aspirar.

Loreley dijo...

Si vas a un remate con la idea de comprar algo en particular, la quedás, porque ahí el deseo de hacer un buen negocio pasa a segundo plano; lo único que te importa es obtener ese bien.

Mauricio dijo...

En la vida a veces uno se piensa que si no adquiere eso que desea, va a pasar igual que en un remate, se lo va a llevar otro. Y por lo general es cierto.

Matilde Urrutia dijo...

Me parece que el miedo a perder surge de la experiencia. Una sabe que eso ocurre con frecuencia y no hace más que tomarlo en cuenta.

Leonidas dijo...

El miedo sirve para aprender a actuar con precaución. Cuanto más vivimos, más conocedores de la realidad nos volvemos y por lo tanto más miedosos. Dónde termina la virtud del precavido y empieza la esclavitud del miedo, es difícil de determinar.

Gloria Plá dijo...

La mayoría sobrevivimos a la primera infancia y sin embargo en esa etapa de nuestra vida actuamos sin miedos.

Mª Eugenia dijo...

¿Cuál es la competencia fuera del tiempo real?

Nilda Portuondo dijo...

La puja descontrolada no sirve. Se lo digo yo que acabo de parir.

Braulio dijo...

Es muy interesante esto que ud dice al pasar, que el miedo nos lleva a focalizar la atención en un detalle. La sensación de miedo, más la pérdida de perspectiva, te hace perder pie, literalmente hablando.

Fulgencio dijo...

Soy más racional que competitivo, por eso cosas así no me pasan.

Clarisa dijo...

Me quedé pensando que en la sugestión puede intervenir el miedo.

el oriental dijo...

Eso es algo que le pasa a nuestra selección nacional de fútbol: cuando juega de local pierde por temor a perder.

Ludovika dijo...

¡Yo quiero saber cómo funciona mi psiquis en todos los casos!

cacho dijo...

Acá la principal causa de las pérdidas es el choreo.

cyberbloggero dijo...

Muy interesante este post!!! me ha hecho reflexionar mucho sobre mis miedos.

Gracias!!!!