domingo, 23 de agosto de 2009

El huracán Walt Disney

En la misma línea de sostener que el libre albedrío es una construcción social necesaria para penalizar la mano ejecutora de algún delito (1), hoy cambio ligeramente el ángulo del punto de vista.

Trataré de aportar algún fundamento de por qué el señor Walt Disney es un suceso natural que podría ser incluido dentro de la categoría «fenómenos climáticos adversos».

La influencia ideológica de este creador norteamericano fue y sigue siendo más efectivo que los marines, misiles y toda la tecnología bélica que Estados Unidos pone al servicio de lo que ellos llaman «guerra preventiva».

¿Cómo lo hace? Mediante el uso de un relato seductor en el que todo se explica aceptablemente aplicando «el sistema de vida americano» («the american way of life»).

De hecho, el pueblo norteamericano está en nuestra imaginación como El Padre. Ellos son los que mandan, a ellos le debemos obediencia y lo cuidamos con todos los mimos, ofrendas y devoción que un soberano se merece.

Como sucede en toda gran familia, algunos hijos (los pobladores de los países subdesarrollados de todo el mundo) protestamos contra él, queremos derrocarlo (para ocupar su lugar ¡por supuesto!), lo odiamos desde lo más profundo de nuestras entrañas.

Otros hijos lo admiramos, sentimos devoción por su grandeza, queremos imitarlo, lo respetamos, lo defendemos de nuestros hermanos que se le oponen.

En definitiva, este suceso natural Walt Disney, logra que los hijos del gran imperio nos debilitemos peleándonos entre nosotros para que su poder y dominio sea cada vez mayor.

¿Cuál es el arma súper poderosa que usa este genio de la colonización? LOS DIBUJOS ANIMADOS. ¡¡Increíble!!


(1) ¿Qué libertad?, Soy libre de hacer lo que deba, Lexotán con papas fritas, Cállate que estoy hablando

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15 comentarios:

gloria dijo...

Ústed también es medio mago como el ratón mickei. El rasonamiento que hace esta muy bueno.

Mariela dijo...

El razonamiento está bueno, pero el enfoque esta muy equivocado.
No es ese el mensaje.

CHECHU dijo...

QUÉ QUIZO DECIR!

Mª Eugenia dijo...

¿Podría explicarme de qué manera logra Disney que nos enfrentemos?

Guyunusa dijo...

La influencia ideológica del Imperio Disney es innegable. Discrepo en el hecho de que genere demasiados enfrentamientos. Me parece que su mensaje se desliza de manera subrepticia.

el Rulo dijo...

Ahora Disney se come con Pixar

en el nombre del padre dijo...

no ponga en boca de mis hijos lo que ellos no han declarado

Elisa dijo...

Lo único que sé del sistema de vida norteamericano es que todos tienen auto, desayunan con huevos y tocino y viven en unas casonas de madera que tienen porche.

Edmundo dijo...

El clima Disney es sospechosamente benigno. Los días terminan en atardeceres hermosos y las noches siempre tienen luna llena.

Américo dijo...

El mouse terminó con la forma fálica de las armas super-poderosas. ¡Se viene el imperio de los roedores!

rebelde con causa dijo...

SUMATE A LA GUERRA PREVENTIVA CONTRA EL HIV: USÁ FORRO.

Y USA FORRO, TAMBIÉN.

Abdul dijo...

El único fenómeno climático adverso que podría afectar al señor Walt Disney es el calentamiento global.

la gordis dijo...

Una de las grandezas más llamativas del pueblo norteamericano es su volumen corporal.

Aleluyo Fatal dijo...

El pueblo norteamericano está en mi imaginación como el padre y Cuba está en mi corazón como mi madre.
Ahora entienden por qué vengo de una familia disfuncional!

Daniel Venas dijo...

Estoy de acuerdo, no cabe duda de que los norteamericanos nos tienen de hijos.