domingo, 16 de agosto de 2009

Más producción y menos reproducción

Si hubiera un reparto equitativo del esfuerzo por vivir —cuidando a los individuos y a la especie—, las mujeres no tendrían por qué trabajar para contribuir con su dinero al ingreso familiar porque la importancia que tiene en la reproducción de la especie es suficientemente alta y esforzada como para que esté exonerada de las contribuciones económicas.

En todo caso ellas deberían ser buenas administradoras de los recursos materiales que aporta el varón.

Me parece un despropósito la cantidad de tareas que tienen que hacer en su doble función de madres y proveedoras.

Pero la profesía del economista inglés Thomas Robert Malthus (1) sobre el progresivo desequilibrio entre la población mundial y la cantidad de alimentos disponibles (2) podría estar cumpliéndose.

Ya somos 6.700 millones y cuando Malthus escribió su libro eran 978 millones (3).

Sin dejar de reconocer que existen limitaciones físicas (lo que podríamos llamar la «capacidad de carga» del planeta) también podemos pensarlo de otro modo: quizá la inteligencia de la humanidad no se multiplicó por siete como lo hizo la población.

En algunos sectores (tecnología electrónica, por ejemplo) nuestra inteligencia parece haberse multiplicado por mil pero el promedio de nuestras realizaciones como especie es mediocre (ciencias humanísticas: psicología, sociología, economía).

¿Y a qué vienen estos comentarios? No descarto la posibilidad de que nuestra intuición comunitaria sobre una progresiva escasez de alimentos nos esté induciendo a disminuir nuestra actividad reproductiva y una de los procedimientos para lograrlo consiste en complicarle la vida a la mujer, para que le resulte muy difícil tener hijos, para que reprima su instinto reproductivo en todo lo posible.

Los movimientos feministas no son más que una consecuencia de la supuesta superpoblación.


(1) – El tema está asociado con los artículos titulados Planeta chico, infierno grande y Pobres pero abundantes
(2) - Ensayo sobre el principio de la población (1798)
(3) – Datos tomados de Wikipedia

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12 comentarios:

Mabel dijo...

Si yo tuviera que quedarme todo el día en mi hogar soportando a mis dos hijos, me vuelvo loca en una semana.

Creo que si tengo una salud de hierro es por el horror que me causa tener que quedarme en ese infierno todo el día.

Revise sus teorías doc.

Sarita dijo...

¿Ud piensa que los hombres no deben intervenir en la crianza?

Flavia dijo...

Me gusta su idea. Tendría un sólo hijo, me casaría con un hombre muy rico y ya está.

Hebert Calvo dijo...

Ud disculpe, pero la idea de hoy me parece traída de los pelos.

Rolando dijo...

Los que pueden intuir con más certeza la escasez de alimentos son los que tienen más hijos.

la gordis dijo...

Estoy pasando por una angustia oral tan espantosa que pensar en la escacez de alimentos me liquida.

Canducha dijo...

La cruda experiencia de madre soltera fue la que me indujo a disminuir mi actividad reproductiva.

Rulo dijo...

Ahora entiendo el desinterés de la negra... sería mejor que ella no se encargara de ir al mercado.

Celeste dijo...

A mí me pasa lo mismo que a la chica de la foto, ya no tengo revistas en el baño.

CHECHU dijo...

A LA MUJER SIEMPRE LE COMPLICARON LA VIDA PARA QUE TODO LE RESULTE DIFÍCIL

Elnestor dijo...

Todo cambió desde que comprobamos que los niños no venían con un pan debajo del brazo.

Bull Spread dijo...

Comparto lo que dice, ¿porque antes cuando la mujer no trabajaba, el sueldo del hombre rendia mas que ahora?

¿Puede ser que la suba del desempleo tenga que ver con la inclusion de la mujer al mercado laboral? Lo que trajo un mayor oferta de empleo y una baja considerable del sueldo.

Feministas. mmmmm....