miércoles, 9 de septiembre de 2009

«¡Muchas gracias por lo que le pagué!»

En un artículo publicado el año pasado (Ser o tener: Esa es la cuestión) les comentaba que cuando somos niños nos quieren por lo que somos (el instinto de conservación de la especie hace que nuestros padres y adultos nos cuiden [hasta cierto punto]) pero cuando llega la edad adulta en la que nosotros somos los que tenemos que cuidar a otros niños, entonces nos quieren por lo que tenemos, (fuerza, responsabilidad, coraje, dinero, amor, dedicación).

Aunque cuando somos niños soñamos con ser grandes, cuando somos adultos añoramos la niñez. A veces con tanta intensidad que sin querer incurrimos en conductas que le son propias: irresponsabilidad, dependencia, afición desmesurada por el juego, ensoñación, ilusión, no poder diferenciar lo fantástico de lo real.

En todos los países existe alguna organización que procura defender los derechos del consumidor. Funcionan como si fueran agremiaciones o sindicatos.

Contra todo lo supuesto, la mayor dificultad de estas instituciones consiste en lograr que los propios interesados (consumidores) participen en la defensa de sus intereses.

El deseo de revivir la niñez en la cual las personas nos ayudaban por lo que éramos, nos lleva a no reclamar los servicios que compramos gastando el dinero que tanto nos costó ganar. Reclamar usando este derecho implicaría reconocer que recibimos esa mercadería o servicio por lo que teníamos.

Para poder disfrutar la ilusión de que alguien nos pintó la casa o nos enseñó informática por ser quienes somos (y no porque teníamos el dinero que nos exigió), no solamente le perdonamos cualquier ineficiencia sino que además le agradecemos con gran entusiasmo el regalo (que imaginamos) que nos hizo.

Por eso, trabajar en la defensa del consumidor, es una tarea muy ingrata.

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11 comentarios:

Lilián dijo...

Es cierto doc que anhelo volver a ser niña porque esta vida que estoy llevando es triste, aburrida, sin sentido, dolorosa, agresiva, malvada.

Marta dijo...

Papá Noel y los Reyes Magos son instrumentos que usamos los mayores para decirle al niño: "mira que no va a ser eterno esto de quererte porque si; para que te quiera debes portarte bien"
Al fin y al cabo toda la educación consiste en eso, ligar el camino que nos parece correcto al amor y todo lo que se aparta de ese camino, señalarlo con enojos y distintas formas de castigo.

Filisbino dijo...

Puede ser que tenga razón de que no reclamamos para mantener la ilusión de que se nos hizo un regalo, pero no me convence del todo. Es común que los regalos se critiquen, no se agradezcan, se devuelvan, se cambien. Todo eso implica que los regalos con frecuencia generan reclamos. Tanto que hubo que inventar un refrán para que la gente aflojara con esa actitud: "a caballo regalado no se le mira el pelo"

Daniela dijo...

Yo no reclamo porque pelear me estresa y trato de evitarlo. Me parece que si hago un reclamo no voy a poder mantener la calma y el otro tampoco.

Lucía dijo...

No olvido que cuando compro una cosa o contrato un servicio, lo pago con el dinero que me costó ganar. Tampoco olvido que el otro lo hace para ganar su dinero, es claro que no me está haciendo un favor. En mi caso, soy bastante indulgente por otro motivo. En realidad lo que sucede es que yo espero que también sean indulgentes conmigo. No quiero que me exijan perfección porque sé que no la puedo dar. En definitiva,lo hago en la esperanza de que me paguen con la misma moneda.

Matías dijo...

Mi tía me preparó para el exámen de inglés y perdí. Creo que ud tiene razón, porque yo no le reclamé nada (aunque la verdad no me preparó bien) porque lo hizo de piola, porque soy el sobrino preferido.

Jorge Litigante dijo...

Todo lo que sea lucha e ir al frente a mí me gusta. Yo doy la cara y no tengo pelos en la lengua.

Mª Eugenia dijo...

El dinero, la juventud y la belleza
¿hacen que nos quieran o que nos deseen?

Evaristo dijo...

Le diría a Mª Eugenia que es un poco difícil a veces separar el amor del deseo.

Flavia dijo...

Cuando reclamo porque me hicieron mal un trabajo, lo hago porque siento que merecía que me hicieran un buen trabajo; no tanto por lo que pagué, sino porque soy una persona que se siente digna de respeto.

La voz del Consumidor dijo...

Gracias por el correo que nos ha enviado. Respecto a su articulo, es cierto que la lucha por la defensa de los consumidores es dificil, pero no nos queda otra que seguir en nuestro empeño, porque además es gratificante cuando un pequeño logro, hace bien a muchas personas. Le invito a que visite http:lavozdelconsumidor.co.cc