martes, 15 de septiembre de 2009

Primero hay que cazar el oso

Mi padre gustaba de contar cuentos y lo hacía bastante bien aunque su repertorio era tan limitado que lo obligaba a repetir muchas veces la misma historia.

Un campesino muy pobre llegó a su casa con su nueva compra: Una ternera de pocos meses de edad. Reunió a su esposa y dos hijos pequeños y les contó qué harían con el animal.

La criarían, harían que se reprodujera con algún toro prestado, luego nacerían más y más bovinos hasta convertirse en una de las familias más prósperas de la comarca.

Estaban maravillados por las extraordinarias perspectivas y el más chico dijo que cuando todo eso sucediera se compraría una moto bien grande.

El padre —furioso— golpeó al pequeño amonestándolo porque con esa actitud de derroche nunca llegarían a nada.

Contado en pocas palabras, podría ser gracioso si no fuera patético, sin embargo esta actitud de saltearse imaginariamente etapas y resultados es la que hacen algunas personas cuando descartan algunos emprendimientos porque suponen que no habrá forma de proteger adecuadamente la fortuna que imaginan podrían llegar a tener.

Por ejemplo, alguien piensa en estudiar alguna profesión para ganarse la vida pero deja de hacerlo porque supone que lo que podría llegar a ganar es una fortuna tan enorme que se vería atacado por los envidiosos, ladrones, estafadores y oportunistas sin mencionar la abrumadora carga tributaria que caería sobre su patrimonio.

En este proceso mental se omite considerar que para tener problemas con la riqueza primero hay que generar algo valioso, lo cual no es tan sencillo como parece para quienes en realidad están buscando justificativos para seguir como están.

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15 comentarios:

Anónimo dijo...

Me da miedo tener riqueza porque no sabría cómo administrarla.
En cambio si administro la miseria que gano para poder llegar a fin de mes.

Beatriz dijo...

Tu describes cosas simples pero que sin embargo en mis 47 largos nunca había visto descritas y sabes que me resulta inteligente?

Me afilio.

Bull Spread dijo...

La nagacion a la riqueza muchas veces es muy poderosa.

Agoradeideas dijo...

La persona que no sabe administrar su casa no sabe administrar un Imperio.

El dinero es una Energía con la que nos debemos llevar estupendamente. Renegar del dinero o considerar que nos humilla es dar pié a nos maltrate.

Guyunusa dijo...

Me llevó más de la mitad de la vida llegar a comprender que cualquier emprendimiento llevo un proceso, que en algunas ocasiones puede llegar a ser muy largo, que no conviene acelerar las cosas salteándose etapas, y que es fundamental aprender a disfrutar de ese proceso.

macho corto dijo...

Los cuentos que contaba mi padre sólo eran reproducibles entre familiares o amigos de mucha confianza.

Gabito dijo...

Me parece que es así como ud dice. Puede que algunas personas se asusten con la posibilidad de tener que manejar grandes sumas de dinero, pero en realidad lo que más asusta es la situación nueva, distinta y desconocida.

Vladimir dijo...

Renuncié a estudiar una profesión, aunque en mi caso no fue por temor a ganar una fortuna, sino exactamente por lo opuesto.

Eusebio dijo...

Mi madre sabía un sólo cuento y me lo contaba todas las noches. Me benefició en el sentido de que cada vez me dormía más rápido.

Yoel dijo...

Poco hábil el chico. Tendría que haber dicho que reinvertiría la plata. La moto podría haber entrado dentro del rubro inversiones.

Hortencia dijo...

Esta historia nos confirma que siempre hubo padres golpeadores.

Filisbino dijo...

Mis amigos dicen que me caracterizo por ser una persona optimista y muy imaginativa. Por eso cuando hago proyectos empiezo a especular con los resultados, mucho antes de haberlos conquistado. Algunos aprecian mi forma de ser porque dicen que los estimula(a la mayoría de ellos les cuesta mucho animarse a soñar).

toro prestado dijo...

Extraño a mi ternera querida. Esta primavera ya lo he decidido: romperé alambrados, si es necesario, para estar con ella.

el primogénito de la ternera y el toro prestado dijo...

Palabras sabias, "primero hay que cazar al oso". Resulta que no sé cómo llegó a estas comarcas un oso voraz que liquidó a mis hermanos. Los sueños del campesino y su familia se vieron frustrados, pero no todo anduvo mal. El pibe más chico ganó la lotería y se compró una moto.

Carlo dijo...

Mira licenciado, cuando tienes una madre y una abuela que te persiguen por la casa y por la vida insistiéndote que abandones la banda de rock y te dediques a estudiar las estúpidas leyes, sabrás que cualquier pretexto es bueno.