lunes, 1 de febrero de 2010

Amor, pasión, odio, indiferencia

¿Estamos de acuerdo en que «el amor mueve montañas»?

Si estamos de acuerdo, veamos algo más de lo que les comentaba en el artículo titulado El verdadero amor verdadero.

Es conocido por todos que cuando estamos poseídos por una pasión, somos capaces de «mover montañas» levantándonos temprano, acostándonos tarde, trabajando todo el día inclusive en condiciones adversas (calor, frío, ruido).

Mi hija era tan inerte como una planta hasta que conoció un joven que (entre otras cosas) le inyectó un objetivo, una meta, entusiasmo.

Se fue a vivir con él en condiciones más precarias de las que tenían cuando vivía con nosotros.

Mi hijo salió de la universidad con trabajo asegurado en la empresa de mi hermano. Se dedican a la importación y exportaciones de insumos informáticos, pero a él sólo le gusta el campo, la naturaleza, la vida al aire libre.

Tengo ejemplos bien cercanos de lo que puede el amor y de lo que sucede sin amor.

En el artículo mencionado decía que el amor es un: «Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo».

Es posible pensar que si existe un «sentimiento de (…) entrega a (…) algo» es posible tener un «sentimiento de (…) no entrega a (…) algo».

Hay personas que rechazan (odian) el dinero con la misma pasión que otros lo buscan, lo aceptan, lo atesoran (aman).

Y para marcar el contraste, corresponde agregar que también existen personas que sienten indiferencia por el dinero.

Los resultados deberían ser disímiles en un caso y en otro.

Quienes rechazan enérgicamente (odian) el dinero deberían poseer una calidad de vida peor que la que logran quienes son indiferentes (apáticos, descuidados, despilfarradores).

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10 comentarios:

lara dijo...

estoy segura de que no soy indiferente al dinero; tengo con él una relación ambivalente de amor-odio. lo amo cuando me da alegrías (de todos modos la palabra amor me resulta excesiva) y lo odio (acá sí la palabra me parece adecuada) cuando no me permite satisfacer las necesidades que considero básicas para mi vida.

Pablo dijo...

Mi hermana mueve cosas con la mente. Una vez hizo volar un espejo. No me imagino lo que podría suceder si llega a mover una montaña. Espero que nunca se enamore.

Horacio Q. dijo...

El ejemplo del hijo no lo entiendo.

Rosendo dijo...

El amor es una inclinación que me tiene doblado.

Mabel dijo...

El sentimiento que me produce el dinero es miedo. Me hace pensar en mi futuro.

Lola dijo...

De los novios que tuve, la pase peor con el que me llevó a vivir en una condición menos precaria.
Una pena.

Braulio dijo...

Día a día me levanto temprano, me acuesto tarde y trabajo en condiciones adversas; lo que es mover montañas, nada.

Lucas dijo...

Me gustaría conocer a una persona que sea indiferente ante el dinero.
Quizás deba viajar al pasado o al futuro.

Sonia dijo...

Con el dinero ya estoy entregada. Terminé por aceptar que él me rechaza.

Yamandú dijo...

Los que atesoran al dinero no lo aman, sino que son sus esclavos.