miércoles, 30 de junio de 2010

La psiquis según el materialismo

Hay quienes piensan que es necesario tener fracasos, para obtener la idoneidad suficiente.

¿Cuántos puentes se le deben caer a un futuro buen ingeniero?

¿Cuántos pacientes se le deben morir a un futuro buen médico?

Quienes han recibido la doctrina del martirio pedagógico, del sufrimiento educador, de «la ley con sangre entra», están constituidos para suponer que el dolor es un gran maestro y que provocarlo permite acelerar (controlar) el proceso de maduración (desarrollo, crecimiento personal).

De nuestra especie sabemos poco.

Conocemos nuestro cuerpo hasta donde nuestros sentidos y tecnología lo permiten, pero ignoramos lo que nuestros sentidos y tecnología no perciben.

Es posible pensar que las creencias (prejuicios, ideología, fobias) son las que son porque nuestro cuerpo es como es y funciona como funciona (¡perdone la obviedad!).

En otras palabras: si yo creo que existe Dios, es porque mis células tienen tal morfología (forma, estructura, característica) que segregan ese pensamiento.

Por el contrario, si soy ateo es porque mis células son y funcionan de tal manera que descartan la existencia de un ser superior.

El psicoanálisis demuestra que el habla cambia (a veces en forma definitiva) esa estructura anatómica y fisiológica (células y su funcionamiento).

Por su parte, la psiquiatría demuestra que la ingestión de ciertas sustancias, provocan transformaciones con mayor rapidez (y menor estabilidad) que las palabras oídas o leídas.

En suma: quienes están anatómica y fisiológicamente constituidos para provocarse dolor y fracasos, lo hacen porque su cuerpo (especialmente el cerebro y ciertas glándulas), funciona bien así.

El cuerpo de los demás está constituidos para pensar que la mejor estrategia consiste en aprender de los errores ajenos y de los propios que no se pudieron evitar.

El cuerpo de algunos lectores podrá aceptar este punto de vista y el de otros, no.

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11 comentarios:

Sarita dijo...

<lo deseable para un equilibrista es que aprenda de sus aciertos y no de sus fracasos

Rosario dijo...

Mis células ateas descubrieron alguna religiosidad foranea...

Celeste dijo...

No me gusta hablar de mi misma diciendo que mi cuerpo esto, y mi cuerpo lo otro.

Narciso dijo...

Mi resplandeciene grandeza ha impedido que mis células pudiesen concebir la existencia de un ser superior.

Elbio dijo...

No olvidemos que además de nuestro cuerpo, nos determinan las circunstancias sociales y el azar.

Leticia dijo...

Soy de la opinión de que se aprende más de los aciertos que de los errores. Nos regimos por la búsqueda del placer.

la peti dijo...

MI cuerpo acepta puntos de vista que están a su alcance.

Fulgencio dijo...

Porque cada uno es como es,
naide es más que naides.

López dijo...

A mí lo que me hizo madurar fueron los años, con todo lo que me trajeron, positivo y negativo. Hacer te permite aprender.

Rosa dijo...

Todo lo que podrá oler una nariz de oro!

Culioc dijo...

Si los errores enseñaran, yo debería ser presidente de algo.