lunes, 21 de junio de 2010

Lo urgente es enemigo de lo importante

Una escena familiar que suelo imaginar, es la de dos cónyuges que dialogan sobre cómo afrontar gastos por 1.000 con ingresos de 500, mientras sus hijos, juegan y a veces intervienen con frases que denotan preocupaciones de otro orden: «¿puedo comer de la torta que trabajo abuela?», «mañana no quiero ir a la escuela», «Luisina dice que ustedes la quieren más a ella».

Días pasados les comentaba (1) que el fútbol es un juego competitivo en el que se despliega una estrategia similar a la que utilizan en sus vidas cotidianas quienes lo disfrutan como espectáculo deportivo.

Les decía que la lógica en ese juego consiste en destinar un 80% de energía a evitar que el contrincante haga goles y con el 20% de energía restante, buscar y aprovechar los descuidos que el oponente pueda tener en la defensa de su valla.

Concluía suponiendo que los que gustan del fútbol son personas que prefieren defenderse en vez de conquistar y que obtienen sus ganancias de los descuidos ajenos.

En el terreno de las ideas sucede algo muy parecido a lo que pasa en el fútbol.

Quienes nos dedicamos a comprender la realidad para sacar conclusiones que nos permitan mejorar nuestra calidad de vida, también estamos vinculados entre nosotros con una lógica futbolera.

Los reflexivos pensadores (grupo al que pertenezco), destinamos un 80% de nuestra energía a defender nuestras ideas, ideología, conclusiones y supuestas verdades.

Asimismo, destinamos un 20% de nuestra energía a demostrar que los que no piensan como nosotros, están equivocados, no conocen la verdad y sobre todo, se contradicen.

Reconozco que la búsqueda obsesiva de las contradicciones ajenas, es infantil.

Mientras en la naturaleza todo ocurre con o sin nuestra intervención, nos preocupamos (como los niños del primer párrafo), por nuestras urgencias no tan importantes.

(1) Los descuidistas se llevan el trofeo

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12 comentarios:

Inti dijo...

La naturaleza es indiferente a nuestras urgencias, sin embargo nos ofrece todo para que podamos saciarlas.
Pero la ciudad nos ha vuelto torpes y no sabemos hacer uso de la naturaleza sin intermediarios.

Marcelo dijo...

Cuando discutimos con mi mujer acerca de problemas económicos, a los chicos les decimos a todo que sí. Siempre estamos dispuestos a afrontar las consecuencias.

Mauro dijo...

Los adolescentes son especialistas en detectar contradicciones.

Anónimo dijo...

Hasta que termine el mundial, no mencione la palabra fútbol. Se me está grabando a fuego en la corteza cerebral.

Sarita dijo...

Urgentemente necesito saber si marcar es atacar o defender (en el FÚTBOL).

Tertuliano dijo...

-María! trata de entretener a los chicos que Sebastián y yo estamos trabajando. Eso sí, no los dejes que coman la torta que trabajó la abuela.
-Sí señora (?)

López dijo...

No somos nada.

Marta dijo...

Estar pendiente de las contradicciones ajenas sólo sirve para buscar motivos para pelear. Algunos son especialistas. Y me incluyo; yo suelo ser así cuando me siento atacada.

Filisbino dijo...

Lo importante es hacer nuestra vida lo suficientemente agradable como para tener deseos de sobrevivir y de tener descendencia.

Iris dijo...

Al que conozca la verdad, me lo presentan, por favor!

Evangelina dijo...

Iris, sólo debes seguir el camino de Dios.

el oriental dijo...

Usted siempre lo estropea todo. Una vez que los orientales estamos felices, que los niños ven triunfar a su país, usted tiene que salir diciendo que nos gusta aprovechar los descuidos de los otros.