miércoles, 16 de junio de 2010

A Perfecto se lo llevaron preso

Los novelistas, cada vez que leen su obra, le encuentran defectos para corregir.

¿Por qué les pasa esto a los escritores?

Existen dos buenos motivos (y quizá alguno más que yo no veo).

1) Aunque no sea perceptible, estamos cambiando continuamente. El libro publicado siempre es el mismo, pero los que cambian son el autor y los puntos de vista con que lee.

2) El lenguaje también es mutante. Continuamente los vocablos están teniendo pequeñas modificaciones en su significado, especialmente en lo que connotan.

Por ejemplo,

— la palabra «gripe», para algunos significa ‘malestar que se cura con tres días de reposo’ y para otros significa ‘enfermedad grave’;

— un «homosexual» era una persona que debía ser curada pero hoy es una persona con una opción sexual respetable;

— Barack Obama le cambió el significado a la palabra «negro».

Todos conocemos el refrán que dice «Lo perfecto es enemigo de lo bueno».

En nuestra cultura, se gasta mucho dinero publicitando la perfección, lo infalible, lo inmejorable.

¿Por qué hacemos esto?

1) Pedagógicamente, nos piden la perfección con la esperanza de que nos esforcemos al máximo;

2) Quien exalta la perfección, en realidad dice: «Hablo de perfección porque soy perfecto»;

3) Mucha gente deja de competir cuando observa que los demás tienen expectativas demasiado altas. Por lo tanto, la publicidad del perfeccionismo le es útil a quienes procuran desestimular a los competidores.

4) Los que prefieren no hacer, no participar, no exponerse, alegan: «O lo hago perfecto o no lo hago».

En suma: La naturaleza es un buen referente porque tiene millones de años de evolución y sin embargo, luego de nueve meses de gestación, entrega a los seres humanos tan incompletos, que ni en noventa años logramos la perfección.

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11 comentarios:

Alicia dijo...

Son unas cuantas las personas que tuvieron un padre o una madre que exigió la perfección. Estas personas pueden llegar a negar que no hacen las cosas perfectas, y depositar todas las imperfecciones en los demás.
Lo que no me parece es que siempre los responsables de un comportamiento así sean los padres.

Marisa dijo...

A los paraguas negros los asocio con murciélagos y a los de colores con mariposas. Así que para las connotaciones que yo hago, es importante que el escritor me diga cuál es el color del paraguas.

Cacho dijo...

Para mí la palabra "gripe" significa 'jodete y andá a laburar que si no te descuentan'.

Cecilia dijo...

No quiero ser perfecta... pero cómo me gustaría!!!

Aníbal dijo...

Tengo amigos que no van ni por decreto a un festejo si gana su club de fútbol, ni tampoco si gana el partido al que votaron. Una vez uno de ellos me dijo que era porque no quería que lo viesen conocidos que no comulgaran con sus ideas y predilecciones. Mi conclusión es que este amigo quiere ser amigo de todos, no caerle mal a nadie, y eso ni siendo perfecto lo lograría.

Tiago dijo...

Mi padre me decía "si no lo vas a hacer bien no lo hagas". Así fue que me perdí de experimentar muchas situaciones en las que no sabía como iba a reaccionar.

Natalia dijo...

Cuando nacemos vamos a la guerra con un palito; igual que cuando salimos de facultad.

Rulo dijo...

La excelencia es familiar de la perfección, pero más canchera.

Isabel dijo...

Sé que el carro perfecto no existe, pero hombre, al menos me gustaría soñar con él.

Martín dijo...

Sucede que el escritor, cuando vuelve a leer un libro que escribió hace 15 años, lo hace con un punto de vista distinto porque sus lentes han aumentado de grosor. Con todo igual la vista se cansa, entonces al final el libro le parece recontra pesado.

Elbio dijo...

La revolución de la comunicación va a llegar cuando desaparezca (por innecesario) el lenguaje.