sábado, 19 de febrero de 2011

Importemos los anillos de Saturno

Lo único que podemos mejorar no es la naturaleza sino nuestra capacidad de adaptarnos a ella.

Los seres humanos pertenecemos a la naturaleza, igual que los vegetales, los animales, los minerales.

El funcionamiento mental nos impide acceder a ciertos conocimientos. Algunos no logramos entenderlos y otros no logramos aceptarlos.

En otras palabras, ignoramos por falta de inteligencia suficiente y por falta de realismo suficiente.

A pesar de que pertenecemos a la naturaleza, la mayor parte del tiempo estamos pensando que la naturaleza nos pertenece a nosotros.

¿Logras captar el grado de error que padecemos?

Como digo en otro blog (1), el fenómeno vida existe mientras el cuerpo pueda reaccionar adaptativamente a los estímulos penosos y placenteros que existen en la naturaleza.

Dado que nosotros estamos contenidos en ella y no al revés, por más vueltas que le demos al asunto, nunca podremos eludir lo que forma parte del funcionamiento universal (estimular a los seres vivos).

Quizá estemos en condiciones de entender un poco más cómo funcionan los dolores (hambre, cansancio, disnea) para llegar al límite básico y mínimo imprescindible, como para no sufrir de más e innecesariamente.

Es casi seguro que nuestra falta de inteligencia nos lleva a padecer sufrimientos extras, que podríamos evitar tan solo con entender que debemos abandonar la pretensión de controlar la naturaleza que nos contiene y aceptando que nuestra impericia y negligencia nos impide adaptarnos mejor a los requerimientos básicos e ineludibles de la naturaleza.

Dicho de otro modo, es probable que el orden natural no necesite que nos preocupemos, nos angustiemos, temamos un futuro inexistente, que suframos por algo que ocurrió hace años, o que elaboremos múltiples planes defensivos contra otros tantos temores que sólo están en nuestra imaginación pero que nos convencen como si fueran verdaderos.

(1) Vivir duele

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11 comentarios:

Carmen dijo...

A mí me angustia que el orden natural no me necesite. Y que la Tierra no necesite a la especie humana. Y que el universo no necesite a la Tierra, ni al Sol.

López dijo...

mas sí Licenciado... se hace lo que se puede

Lola dijo...

Yo ya sé que no puedo controlar mi naturaleza, por eso tengo amigos y no familia.

Ingrid dijo...

Estamos más preparados para vivir el día a día, que para prever y planificar el futuro. Viviendo un día por vez, son las necesidades básicas las que te imponen el ritmo. Así vivieron y aún viven algunas comunidades: de la caza y de la pesca. La agricultura se desarrolló para asegurar el futuro, la escasez nos enseñó a guardar para un futuro que no sabemos si será el nuestro, pero que seguramente será el de nuestros hijos. Aún así seguimos soportando hambrunas; aunque almacenamos alimentos que a otros les faltan.

Delmira dijo...

Para adaptarnos a la naturaleza tenemos el instinto a favor. Si el instinto no alcanza, se puede recurrir a un buen psicoanalista.

Mariela dijo...

Es un círculo vicioso! no logro aceptar lo que no logro entender.

Sebastián dijo...

No se extañe que si los gases de los anillos de Saturno nos sirven para algo, en algún momento los vamos a importar.

Obdulio dijo...

El grado de realismo de una persona, se puede deducir analizando lo que compra.

Luján dijo...

También ignoramos por desconocer la historia.

Orosmán dijo...

La naturaleza no nos pertenece, pero si nos pertenecen los terrenos que ya están loteados.

Zeus dijo...

Nos comprometimos con los anillos que nos regaló nuestro padre Saturno. Es una lástima que dadas las circunstancias, mis hermanos no pudieron asistir.