domingo, 6 de febrero de 2011

La confianza mata al hombre o a su santo protector

Pagar antes o después de recibir la mercancía o servicio, evidencia la confianza que se tienen los intervinientes.

Para entender nuestra psiquis, es preciso mirar detrás del «biombo».

Corresponde explicar qué es «el biombo».

Hay suficientes pruebas de que nuestras acciones están casi totalmente determinadas por nuestro inconsciente.

No sabemos por qué somos rabiosamente puntuales, aunque si nos preguntan, daremos alguna explicación coherente. Por lo tanto, la puntualidad real está detrás del biombo (por ejemplo, mamá odia a quienes llegan tarde y yo no viviría sin su amor) mientras que la explicación es un relato que hemos construido (o plagiado, copiándoselo a otros) para no mostrarnos tan superficiales, caprichosos, antojadizos.

No sabemos por qué desearíamos hacer una limpieza étnica matando a los homosexuales, aunque si nos preguntan daremos alguna explicación coherente. Por lo tanto, la homofobia real está detrás del biombo (por ejemplo, horror a la propia homosexualidad) mientras que la explicación es un relato que podrá creer nuestro público, quienes nos rodean, inclusive nosotros mismos.

Veamos un caso muy frecuente en ciertas culturas.

Ante los perjuicios sufridos con una enfermedad, algunas personas

a) contratarán los servicios de un experto que primero cobra para luego comenzar a trabajar en la curación. En muchos países esto está organizado de tal forma que los potenciales usuarios del servicio, pagan una pequeña cuota mensual por si algún día necesitaran recibir atención médica;

b) entablarán un diálogo con su dios, santo o virgen, utilizando o no los servicios de un intermediario (sacerdote), prometiéndole (al personaje imaginario) determinado sacrificio, contribución u ofrenda, si logra la curación.

Detrás del biombo, en el primer caso el curador no confía en el usuario (por eso le cobra antes) y en el segundo, el usuario no confía en el santo curador (por eso le paga según los resultados).

●●●

10 comentarios:

Evangelina dijo...

Por Dios! Qué falta de fe!

Paty dijo...

Qué es un biombo, doc?

Canducha dijo...

La ignorancia que algunos jóvenes tienen de todo lo que pasó antes de que llegaran al mundo es acalambrante.
Lo digo por la pregunta de Paty. Pero está bien que pregunte. Otros ni siquiera eso.

Chapita dijo...

Un biombo es un bombo que cobra vida cuando alguien se da mucho bombo porque sabe que estuvo genial.

Natalia dijo...

Ud dice que la explicación real de lo que hacemos, sentimos o pensamos, está en nuestro inconsciente y no en lo que le decimos a los demás, y que incluso creemos nosotros mismos.

Magela dijo...

Uno de los usos del biombo era el de cambiador. Detrás del biombo podías quitarte la ropa. Por eso la metáfora del biombo está buena. Detrás del biombo nos veíamos desnudos, es decir, tal como éramos en realidad.

(aclaro que el biombo que tuve en casa lo había heredado de mi abuela)

Yoel dijo...

Los creyentes mantienen vigente de forma demasiado notoria su pensamiento mágico... pero no mascan vidrio.

Daniel dijo...

Una vida pagando la Obra Social y ahora que preciso mediacamentos caros, no me los cubren.

Jacinto dijo...

Los homosexuales no somos una etnia. Si el uso que hizo del término, fue parte del tono humorístico del discurso, le pido disculpas.
Pero esto no es importante; lo que en realidad quiero decirle es que me he vuelto adicto a sus blogs.
Saludos y todo lo mejor!

Eloísa dijo...

Por debajo del biombo se ven las patas del monstruo. No me animo a mirar detrás y enfrentarlo cara a cara.