viernes, 18 de febrero de 2011

Necesito que me necesites

Nuestras carencias, falencias, deseos, necesidades, (huecos, faltantes, vacíos) tienen valor para los demás. Nos quieren por lo que tenemos y también por lo que carecemos, por nuestra riqueza y por nuestra pobreza.

Las ideas que contradicen la lógica habitual, el sentido común, las creencias populares, suelen no entenderse fácilmente.

Acá va una de esas perlitas difíciles de entender en un primer intento: Nuestras carencias son atractivas. Dicho de otra forma:

Lo que nos falta puede constituirse en nuestra mejor ofrenda (obsequio, entrega, riqueza).

Trataré de explicarme con la mayor claridad posible. Comenzaré planteando la lógica habitual para luego comentar esta que parece ser menos conocida.

Lo más fácil de entender:

a) Necesito conseguir un empleo para ganar un sueldo. Quiero y cuido mi trabajo porque me permite ganar el dinero para mis gastos. Entonces, lo quiero porque tiene trabajo y me da dinero.

b) Necesito conseguir a alguien que me acompañe. Quiero y cuido a esa persona porque me evita la soledad que me angustia. Entonces, quiero a esa persona porque tiene el gusto de estar conmigo y me da su tiempo, su presencia.

Lo menos fácil de entender:

El vínculo que se establece en el caso a), se crea y se prolonga en el tiempo, porque mi empleador tuvo la suerte de encontrar a alguien (yo) que le ofreció su carencia, necesidad. El empleador recibió el valor, el obsequio de mi carencia y gracias a este vacío que le entrego, él resuelve una necesidad suya debido a una carencia mía.

El vínculo que se establece en el caso b) [con un cónyuge, por ejemplo], se crea y se prolonga en el tiempo, porque esa persona tuvo la suerte de encontrarme carenciado y necesitado. Que yo demande compañía, que me sienta sólo, es un valioso regalo que recibe de mí.

Artículos vinculados:

La musculatura de la carencia

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10 comentarios:

Filisbino dijo...

La atracción entre personas de distinto sexo, es tanto hacia lo que el otro tiene, como hacia lo que no tiene.

Reboledo dijo...

Mi empleador tuvo la suerte de encontrar a alguien como yo. De todos modos me plantea que me tendrá a prueba por 3 meses.

Roque dijo...

Necesito conseguir a alguien que me acompañe porque estoy enfermo. Entonces consigo una persona adecuada y le pago por sus servicios. Como estoy fastidiado por estar enfermo y depender de ella, la trato mal. Acto seguido ella renuncia. Siempre me pasa lo mismo; lo que no puedo conseguir es el buen trato!

Clarisa dijo...

Conseguí trabajo y estoy feliz. Me siento bien conmigo misma porque al fin ha dado frutos todo el esfuerzo que invertí en capacitarme. No me siento agradecida hacia el empleador, obtener el trabajo ha sido mérito mío.

Carolina dijo...

Ahí está la solución doc! También nos quieren por nuestra pobreza!
Jamás superaremos la pobreza patológica :(

Rogelio dijo...

Yo ando con mi ofrenda de un lado para el otro y siempre me dicen "NO HAY VACANTES".

Caperucita dijo...

Es un peligro salir con la canastita vacía, a recoger setas en el bosque.

López dijo...

A las personas "tuvo" yo les huyo; por más carenciadas que estén.

Lola dijo...

Necesito que me necesites sólo por hoy.

Morgana dijo...

Querer al empleador es algo infrecuente, salvo que te elijan como secrtetaria personal. Ahí las carencias se vivencian más.