lunes, 6 de junio de 2011

La autocuración existe y es impopular

La autocuración existe pero no es rentable para las poderosas industrias de la salud y —peor aún—, nos debilita la deliciosa creencia en que podemos controlar la vida y la muerte.

Seguramente alguna vez utilizó varios métodos simultáneos para resolver un problema de salud.

El resfrío común, la gripe o la tos, nos inducen a poner en práctica las recetas de la abuela, de mamá, del jefe, de la compañerita más sexy, del compañero al que resulta más fácil decirle a todo que sí y del ocasional vecino de asiento en el colectivo porque, histérico al imaginarse invadido por millones de virus que lo sacarán de circulación por una semana, no sabe dónde meterse cada vez que usted estornuda, tose o se limpia la nariz ruidosamente.

Al final de esos siete o diez días de inflamación, decaimiento, que todo nos molesta, vuelve la salud. Casi la misma que teníamos antes de comenzar con los malestares.

El balance general nos termina confirmando que no sabemos qué fue lo que nos curó.

Existe una hipótesis muy probable pero que en general es descartada de plano. Según esta si no hubiéramos hecho nada nos habríamos curado en el mismo plazo y quizá también algunos días antes.

Hay dos poderosas razones para que no podamos imaginar que la autocuración existe.

1º) La industria farmacéutica, que integra el grupo de las tres más poderosas económicamente (las otras dos son la industria petrolera y la fabricación de armas).

2º) Sólo unas pocas tribus en vías de extinción confían en el poder casi mágico de nuestro sistema inmunógeno, capaz de curar desde un resfrío a un cáncer.

La necesidad de imaginarnos capaces de controlar nuestra vida (libre albedrío) nos condena a realizar miles de maniobras que entorpecen la solución que ya existe: la autocuración natural.

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11 comentarios:

Raquel dijo...

No perdamos de vista que así como existe al autocuración natural, existe también la enfermedad que conduce a la muerte de manera natural. Hasta dónde influirá, en el curso de una enfermedad, (si es que influye)el instinto de vida y el instinto de muerte? Cuál de los dos se verá más potenciado, en cada situación y en cada persona?. No lo sabemos.

Leonel dijo...

Si nos sintiéramos más seguros en cuanto a nuestra relativa capacidad para controlar la vida y la muerte, confiaríamos en la autocuración.

Marcia dijo...

Yo creo que es al revés de lo que ud plantea. Recurrimos a la medicación y a las maniobras médicas de manera automática, porque hemos perdido toda confianza en la autocuración. Si sintiéramos realmente que podemos controlar nuestras vidas, lo haríamos desde nuestro ser espiritual.

Joaquín dijo...

No, están entendiendo todo al revés. Como dice Fernando, creemos que podemos tomar las riendas en todos los aspectos de nuestra vida, por eso pensamos que la única solución a nuestras enfermedades está en la utilización de los avances científico-tecnológicos de que disponemos.

Ma. Eugenia dijo...

Me pregunto si los lobos tendrán tantas enfermedades como los perros.

Lucas dijo...

Bueno, pero tampoco endiosemos a los chamanes, que a ellos también se les deben de morir unos cuantos.

Nolo dijo...

Es muy feo que en el ómnibus alguien te estornude encima y no se tape la boca, pero al final de cuentas, el que se tapa la boca, luego se toma del pasamanos que usamos todos. El contagio siempre está al acecho. Mi tía anda con el alcohol en gel en la cartera, pero lo que es al aire, no se lo puede pasar. Así que no queda otra, estamos regalados.

Jacinto dijo...

Lo que se debe hacer es usar la batería completa. Invertir en salud nunca está demás - ud disculpe -. Por eso para prevenir la gripe yo uso: vitamina C, jalea real, omega 3 y aloe que sirve para todo.
Eso sí, nunca se de la vacuna. Acuérdese de lo que le digo. La vacuna de la gripe es el pasaporte directo al otro mundo.

JDoglio dijo...

Me temo que justo el ejemplo elegido (gripe, resfrío, etc. ocasionado por un virus) no ha sido el mejor dado que, como todos sabemos, NO EXISTE MEDICAMENTO QUE MATE AL VIRUS, por lo tanto, toda cosa que tomemos, sea "el remedio infalible de la abuela" o cualquier antigripal que ande en la vuelta, sólo nos ayudará a pasarla mejor, haciendo que la sintomatología disminuya, pero lamentablemente, hasta que el "bicho" no cumpla su ciclo, la enfermedad perdurará. La publicidad de los medicamentos es irresponsable y confunde a la gente. Asimismo pienso que lo natural es excelente, y muchas veces podría suplantar a lo sintético, aunque jamás habría que dejar de lado el aspecto sicológico de la persona, pues de ello también depende nuestra pronta o demorada mejoría. Concluyo diciendo que creo que lo mejor (y aplicable en todos los órdenes de la vida) y desde mi humilde opinión ya que carezco de la idoneidad suficiente como para poder aseverar nada respecto del particular, es no llevar las cosas a ningún extremo, sino hacia el punto de equilibrio.

LlenameLaCanastaDePastoVerde dijo...

la cagada es la raza podrida de las madres

LlenameLaCanastaDePastoVerde dijo...

tu texto es la traduccion de mi texto

http://meduelemeencanta.blogspot.com/2009/03/dejate.html

apareces cuando mas preciso :)