jueves, 23 de junio de 2011

No animarse a querer poder

Es posible que una creencia falsa nos mantenga incapacitados artificialmente para desarrollar nuestras capacidades.

Supongo que la afirmación «Querer es poder» constituye una síntesis cuyo significado no se limita a lo que dice explícitamente sino que su verdadero valor está en lo que sugiere, connota, inspira.

Por el contrario, muchísimas personas han optado por tomarla al pie de la letra y poseídas por un pensamiento mágico, místico, idealista, creen en la omnipotencia del pensamiento, imaginan que proyectar equivale a construir, que rezando con suficiente fe un ser superior nos concederá lo que pidamos de forma similar a la maravillosa Lámpara de Aladín.

Pero quien diga «no quiero comprarme un nuevo pantalón», nos está haciendo saber que su decisión es muy fácil de cumplir y que difícilmente encuentre obstáculos para cumplirla.

También es muy convincente quien diga «rechazo categóricamente toda forma de poder». En este caso tampoco están presentes intenciones voluntaristas, crédulas, supersticiosas.

Una cierta interpretación de la brevísima aseveración posee un significado particularmente realista.

Un paciente con talento superior a lo normal para la música, tenía una memoria asombrosa para recordar y evocar melodías, inclusive si deliberadamente lo hacían escuchar otra música para distraerlo.

Sin embargo, a sus casi treinta años, era incapaz de estudiar su instrumento preferido: el bandoneón.

Oculto por muchos otros contenidos inconscientes, un día apareció para sorprendernos a los dos una anécdota que destrabó la dificultad.

Cuando aún era muy pequeño e ingenuo, le preguntó a un estudiante avanzado de ese instrumento cuánto tiempo tuvo que estudiar para lograr el dominio que demostraba, a lo cual el consultado, por chistoso o fanfarrón, le respondió que aprendió todo eso en una tarde de domingo.

Como al niño se le instaló la creencia «nunca podré superar esa marca», inconscientemente «no quiso poder interpretar el bandoneón».

Nota: La imagen corresponde al popular bandoneonista argentino Aníbal Troilo (1914-1975).

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11 comentarios:

Lucas dijo...

La frase "queres es poder" inspira ánimo de lucha, pero cuando te lo dice otro y vos estás quebrado, te termina por partir en dos.

Evaristo dijo...

El niño de la historia, no quiso enfrentar un fracaso que daba por seguro. Y supo apreciar con claridad que aprender en una tarde a tocar el bandoneón era imposible. Sólo que creyó que era imposible para él. No se le dio por pensar que también lo era para el bromista.

Antonio dijo...

Muchos imaginan que proyectar equivale a construir, cuando proyectar no deja de ser un posible primer paso.

Marcia dijo...

No quiero comprarme un nuevo celular. Estoy harta de que me presionen.

Cecilia dijo...

No se puede rechazar toda forma de poder porque el poder anda por todos lados.
Pero se entiende lo que quieren decir las personas que afirman eso.

Cacho dijo...

Para que se conceda lo que pedís tenés que hacer una promesa. Esa promesa es una especie de sacrificio, como por ej. una maratónica caminata. Eso sí, el sacrificio no se hace antes de pedir, como se hacía antiguamente. Ahora te sacrificás siempre y cuando se te cumpla.

la gordis dijo...

Yo quiero comprarme un pantalón nuevo. Hasta ahí no hay ninguna intención crédula o supersticiosa.
Ahora, si yo digo, "quiero que me entre", entro en el campo de las intenciones voluntaristas.

Aníbal dijo...

Si estás casado y hace mucho que no te querés comprar un pantalón nuevo... no es tan fácil como ud dice. De seguro que tu mujer te lo va a comprar.

Chapita dijo...

Cuando estoy poseído por el pensamiento mágico, voy hacia ella y la acuno en mis brazos.

Paolo dijo...

Ahora la Lámpara de Aladín viene eléctrica, y si le pedís deseos muy difíciles, te salta la llave general, te salta.

Gabriel dijo...

Noto carencias en cuanto a tu pensamiento lógico básico y odio a los demas. Por ejemplo REALMENTE proyectar equivale a construir, cualquier clase de proyección que sea mental o física o espiritual (si la hubiese) la entidad construida llamada proyección. Sobre las creencias religiosas prefiero no opinar no conozco a dios ni a la lampara de aladino y prefiero no ofender las creencias de los demas.
También la aceptación de cualquier clase de poder es intención crédula y de las mas crédulas.
Y tu "cierta interpretación de la brevísima aseveración posee un significado particularmente realista." no es otra cosa que la verdad revelada, el pensamiento mágico, místico, idealista con el que pretendes justificar la nada. Pues no decís nada sustancial mas allá de las ofensas a las creencias religiosas e ideales ajenos, el mismo titulo del articulo es un error "No animarse a querer poder" animarse implica querer algo y a su vez querer implica deseo que implica poder. Te recomiendo un tratamiento sicológico quizás psiquiátrico a ver si encuentran la raíz de ese rechazo y odio a la sociedad y mucho pero mucho estudio.