sábado, 3 de septiembre de 2011

El dinero se gasta pero el amor no

El dinero tiene características del amor pero el dinero se gasta y el amor no. Es un asunto de «suma cero» (1).

Hablar de dinero no es fácil. Aún entre personas que pueden conocerse íntimamente, llegado el momento de tratar un asunto económico, algo parece obstaculizar el libre fluir de las comunicaciones.

— ¿Cómo te fue con tus amigos anoche? —pregunta ella mientras le sirve el desayuno.

— Bien. Siempre hablamos de lo mismo, defendemos idénticas ideas, a los chistes viejos les cambiamos el texto y nos reímos como cuando éramos chicos. Por eso son mis mejores amigos —contesta él feliz de recordar la reunión.

— ¿Cuánto gastaste? —consulta ella con el mismo tono anterior.

— ¡Qué te importa! —responde él, atorándose con la tostada y cara de furia.

Ya podemos imaginar cómo seguirá este día: de pésimo humor, entre sí y ante terceros.

¿Qué tiene de malo que ella quiera saber cuánto gastó, siendo que ambos trabajan, ambos aportan dinero para los gastos de la pareja y a nadie se le ocurre molestarse cuando informa lo que gastó en el súper mercado o en un regalo para el sobrino?

La respuesta más segura que tengo para darles es «No sé».

La respuesta algo insegura que tengo para darles es la siguiente:

— Quien se reunió con los amigos dijo que los quiere y que pasó bien con ellos.

— Inconscientemente el dinero tiene características del amor (2).

— Si ella y él creen que el amor y el dinero funcionan igual, cuando ella le preguntó cuánto gastó fue para recriminarle cuánto dejó de quererla a ella por querer a los amigos (pues el dinero no puede gastarse dos veces sino una).

— Él se atoró con la tostada porque le teme a una escena de celos... como la habría provocado él si la situación hubiera sido la inversa.

(1) Los ricos son campeones
(2) El amor y el dinero
El dinero es amor

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10 comentarios:

Lito dijo...

ya lo dijo el principote: el dinero que perdiste por tu rosa es lo que la hace tan importante.
(o detestable)

Franco dijo...

El dinero se gasta de distinta forma que el amor. Pero que el amor puede gastarse es algo irrefutable. Una señal de amor gastado es la molestia que genera el otro, simplemente por ser como es, siendo que antes se disfrutaba de las características del otro.

Aldo dijo...

No se gasta el amor hacia una persona, por querer a otra o a otras. Pero -sobre todo en el amor de pareja- se pierde la exclusividad. Eso significa que te volvés menos necesario. Algunas personas (creo que la mayoría) no hemos madurado lo suficiente como para ser capaces de compartir la atención de las personas que amamos, con otras personas. Muchos de nosotros ya hemos sufrido -sin lograr metabolizar- esa situación con nuestros hermanos y no queremos, bajo ninguna circunstancia, volver a vivirla de nuevo.

Gabriel dijo...

Comparto lo de Aldo pero con una variante: creo que nos marca más la herida sufrida por compartir el amor de mamá con papá, que compartir el amor de ambos con nuestros hermanos. Me apoyo para afirmar esto en que los celos hacia los hermanos se recuerdan, pero es más difícil recordar los celos hacia el padre (o la madre). Nos veíamos obligados a compartir nuestro primer objeto de amor. Además lo necesitábamos nada menos que para sobrevivir. Por eso nos pasamos la vida tratando de revivir esa circunstancia y darle el final que hubiésemos deseado: un padre o una madre que se dedique en exclusividad a nosotros y que nos necesite tanto como la necesitábamos a ella.

Mariana dijo...

No me molesta que mi compañero gaste dinero con sus amigos, pero con sus amigas... ya es otra historia.

Clarisa dijo...

Como el dinero tiene características del amor, nos cuesta tanto pedir un aumento y dar un aumento. Eso podría significar metafóricamente, que le estoy exigiendo al otro más amor y si nos dice que no, será una herida narcisística. Por otro lado, decir que sí, es modificar los límites del amor que estábamos dispuestos a dar.

Evangelina dijo...

El amor no tiene límites.

Isabel dijo...

Evangelina como siempre ciega a la realidad.
Te propongo una prueba. Dado que tu piensas que existe el amor ilimitado, pídele a la persona que tú consideres que más te ama, que te cambie su televisor nuevo por el tuyo viejo, o su casa con jardín por tu viejo apartamento húmedo y pequeño. Por qué no habría de hacerlo, si su amor es ilimitado? Seguramente esa persona querrá lo mejor para ti. O en todo caso, te amará tanto como a si mismo, así que venderá su casa para que ambos tengan las mismas comodidades. Una persona que te ame como se ama a si misma, no soportará tener más que tú, o ser más feliz que tú.
Piénsalo Evangelina.

Evangelina dijo...

Me expresé mal Isabel. Quise decir que el amor de Dios es infinito.

Raúl dijo...

Si ella le pregunta a él cuánto gastó, puede estar dándole a entender que no confía en él, que él pudo haber gastado más de lo que la familia podía permitirse en ese momento. De todos modos, entenderlo de esa manera es ponerse muy susceptible, la pregunta es lo que es, saber cuanto se gastó para tenerlo en cuenta en los gastos del mes.