martes, 13 de septiembre de 2011

La rentabilidad de los cinturones de pobreza

Los cinturones de pobreza se conservan porque proveen valiosos beneficios a grandes poblaciones.

Hablemos de algo que ocurre desde hace siglos.

Por algún motivo, muchos pobladores de las zonas rurales se sienten atraídos por las grandes ciudades, abandonan sus casas y se van a probar fortuna a ese lugar donde todos parecen vivir bien.

Cuando llegan al lugar de sus sueños, encuentran lo que encuentran casi todos los que emigran atraídos por una ilusión.

Es así que se pueblan los cinturones de miseria que rodean a las grandes ciudades: gente empobrecida porque en su mayoría sufren dificultades para encontrar trabajo pues lo que saben hacer en el campo no es necesario donde no hay tierra para trabajar ni animales para cuidar.

Pero igual se quedan, para no sentir vergüenza de mostrar el fracaso ante los parientes y amigos que no emigraron y otro poco porque la gran ciudad de alguna manera los necesita.

— Los usa para que trabajen en condiciones que nadie acepta si no es por necesidad (limpieza, sin protección sindical ni legal, con horarios y salarios miserables);

— Los usa para amenazar a los asalariados establecidos, para que nunca se crean imprescindibles pues ese cinturón de pobreza está esperando con desesperación que surja cualquier vacante;

— Los usa para mantener bajos los jornales de los asalariados establecidos porque desde el cinturón de pobreza hay muchos interesados en trabajar por la mitad de precio, durante más horas, sin días de descanso, sin vacaciones, sin pretensiones;

— Los usa porque esta situación presiona a la baja los precios de costo de los productos fabricados y comercializados con esta explotación de hecho, lo cual beneficia directamente las economías personales de todos los ciudadanos.

En suma: Como los cinturones de pobreza son tan útiles, muchos tratamos de conservarlos, sin querer o queriendo.

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7 comentarios:

Ernesto dijo...

Los cinturones de pobreza no existen en todas las grandes ciudades del mundo. Es posible generar las condiciones necesarias para eliminarlos.

Flavia dijo...

Para eliminar los cinturones de pobreza no alcanza con la voluntad política. Depende también de la situación general del país.

Marcia dijo...

No puede beneficiar la economía personal de los ciudadanos porque, si bien bajan los precios, también bajan los salarios.

Laura dijo...

Algo similar a lo que ud describe, sucede con los inmigrantes ilegales. Aunque tengo entendido que estos últimos, quizás por razones culturales, no se establecen en los cinturones de pobreza. O quizás porque logran salarios que les permiten integrarse a la vida de la ciudad, y porque no se trata, en general, de familias enteras.

Sandra39 dijo...

Esos cinturones de pobreza deberían llamarse, a esta altura, cinturones de exclusión social. La pobreza es un estado, mientras que la exclusión implica un proceso. Dicho proceso se vincula a problemas estructurales -no coyunturales- de un país.

Magdalena dijo...

En Montevideo, el cinturón de pobreza empezó a formarse a fines de la década del 50. Antes no existía.

Segismundo dijo...

Si bien estos cinturones "sirven", no parece que hubiera una voluntad maquiavélica detrás para crearlos, ni para mantenerlos.
Distinto es si hablamos de la industria armamentista, ahí si hay una voluntad expresa.
Pero lo que sucede en las sociedades, lo realmente importante que sucede, no siempre depende de los planes explícitos. Podríamos decir que a nivel macro, también hay un sistema inconciente operando, que encadena y determina varios procesos. Desde ese punto de vista, sí podríamos decir que los cinturones de pobreza están porque a algunos sectores les sirven.