sábado, 28 de enero de 2012

Las calificadoras de riesgo y la medicina - (Artículo Nº 1.447)

Cuando las empresas calificadoras de riesgo y los médicos aciertan un pronóstico, no sabemos si lo sabían o lo provocaron.

Dicen que los niños y los borrachos siempre dicen la verdad. Esta afirmación equivale a decir que los niños aún no tuvieron oportunidad de ser educados y los borrachos pierden la educación bajo los efectos del alcohol.

La educación incluye tener nociones sobre qué decir, en qué tono, con qué palabras y ante quiénes.

Estas nociones se aplican fundamentalmente para no molestar a nuestros semejantes por pura torpeza.

Pero una comunicación inoportuna puede ser algo peor que «molesta»: puede ser muy perjudicial.

El caso típico es el del médico que se apresura a comunicar un pronóstico (evolución esperada de una enfermedad) negativo.

Está comprobado que la sugestión es determinante en grandes áreas del funcionamiento biológico. Un mensaje pesimista suele debilitar la capacidad de autocuración y un mensaje optimista puede fortalecerla.

Un caso menos popular refiere a las «calificadoras de riesgo», de las cuales solemos recibir información a través de los medios de comunicación sin que necesariamente sepamos qué son.

Para simplificar la idea puedo decir que se parecen a los médicos pero en el ámbito de la economía de los países y de las empresas.

Son organizaciones que se especializan en analizar la situación económica para elaborar diagnósticos y fundamentalmente pronósticos.

Tanto la medicina como la calificación del riesgo son profesiones conjeturales, inciertas, que aplican meras suposiciones, tendencias y estadísticas como si fueran verdades confirmadas.

El éxito de estas empresas se basa (como en la medicina) en dos factores claves:

1º) Es real que muchas veces esas suposiciones, tendencias y estadísticas aciertan, embocan, adivinan;

2º) Otras veces provocan el fenómeno que pronosticaron porque, tanto en medicina como en economía, la sugestión (optimista o pesimista) funciona, actúa, influye, puede ser determinante.

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13 comentarios:

Marcos dijo...

Hace siglos que conocemos el enorme poder de la sugestión y muchas veces lo usamos de manera deshonesta. El ejemplo que se me viene a la cabeza es el de las encuestadoras en período pre-electoral. Cuando un partido va ganando, acribilla con encuestas para reforzar la tendencia que lo da como ganador.

Facundo Negri dijo...

Mis amigos dicen que debería ser optimista. Probablemente tengan razón, la sugestión actuaría a mi favor. Aunque yo sé que no hablan enserio. ¿De verdad creen que podrían cambiar el cristal a través del que miro? Quien lleva vidrios polarizados se acostumbra a andar sin cortinas; quizás lo que vean no les guste demasiado.

Estela dijo...

Si una calificadora de riesgo analizara la situación de mi hogar, nos mandaría a cada uno para un refugio, y lo que hoy es una familia, desaparecería como por arte de magia.

Evaristo dijo...

En el momento de inhibir la educación, la furia es peor que el alcohol.

Filisbino dijo...

A raíz de la crisis europea surgió la necesidad de crear una empresa calificadora de riesgo en Europa, dado que más del 70% son estadounidenses y responden a los intereses del dólar.

Graciela dijo...

Mi tía Rosa no terminó el liceo y la economía sólo le produce bostezos, pero cuando abre un negocio en el barrio ella sabe si prosperará o cerrará sus puertas. Es un don que tiene, hijo de su apasionada vocación observadora.

Rogelio dijo...

En todos los ámbitos del quehacer humano están quienes se dedican a predecir el futuro. Algunos lo hacen con instrumentos científicos y otros a través de un despliegue de fantasía que puede llegar a ser escalofriante. A pesar de todo, se lo aborde con los instrumentos que se lo aborde, el futuro es incierto, el futuro aún no es, y no sabemos si será.

Javier dijo...

Tengamos en cuenta que las Calificadoras de Riesgo son empresas, por lo tanto su actividad se verá influenciada por sus propios intereses económicos.

Roberto dijo...

Es inevitable que los pronósticos siempre jueguen un papel. No podemos saber con exactitud que papel será, pero sin duda actuarán como una variable mas.

Liliana dijo...

Según las estadísticas y en términos comparativos, Uruguay es un país seguro. Las estadísticas lo afirman cuando nos comparan con otros, pero lo niegan cuando la comparación es con nosotros mismos. Cuando los números muestran la evolución de la delincuencia, el aumento de los hurtos y rapiñas, entendemos por qué unos prefieren compararnos con otros países y otros prefieren la comparación con lo que nos sucedía hace unos años. La sensación de inseguridad no surge de la experiencia de lo que pasa en Brasil o en México; la sensación de inseguridad surge al percibir los cambios entre lo que vivimos ahora y lo que vivíamos hace cincuenta años. Entonces acordemos que mal de muchos consuelo de tontos, y comencemos por aceptar que estamos en problemas.

Julián dijo...

El tema es las calificadoras de riesgo y salieron hablando de la inseguridad. Falta que también hablen de los horóscopos y la capa de ozono.
Estamos todos locos.

Clara dijo...

No es por casualidad Julián. Está todo relacionado con el tema que plantea Fernando, de los pronósticos y de como estos nos afectan.

Eladia dijo...

Sólo podemos aventurarnos en el futuro mediante conjeturas. Lo que hacen las calificadoras de riesgo es razonable. Eso no significa que debamos aceptar sus sugerencias. Esas sugerencias tienen el fin de proteger a los prestadores de dinero. Parece poco probable, pero quizás existan otras estrategias posibles para un país (distintas a la de endeudarse) sobre todo si logra alianzas formando parte de un bloque. Pero la verdad es que este tema me supera.