domingo, 5 de febrero de 2012

El secreto de algunos éxitos - (Artículo Nº 1.455)

Somos educados para ser generosos pero nuestra formación no incluye hasta qué punto es inteligente esa generosidad.

Si ordenamos el precio que tienen las empresas de mayor a menor, nos encontramos con que Google está en la cima: ninguna otra empresa tiene un éxito mayor.

Esto es justificado motivo de orgullo para sus creadores, Larry Page (EEUU -1973 - ) y para Sergey Brin (Rusia – 1973 - ), aunque paradójicamente esta mega empresa no tiene precio porque nadie podría comprarla.

Estos ingenieros usan las matemáticas para potenciar permanentemente el motor de búsqueda que devuelve en segundos millones de posibles respuestas, con un elevadísimo grado de acierto, a las consultas más variadas.

Lograron desarrollar un sistema informático que maneja todos los sitios webs públicos (Facebook, por ejemplo, no es una web pública porque los usuarios protegen sus cuentas con una contraseña).

Tengo la certeza de que este excelente sistema informático perdería valor si sus fórmulas pudieran ser conocidas, pero uno de los motivos por los que Google es la empresa más valiosa es que esas fórmulas son secretas.

El caso se parece a la fórmula química de Coca-Cola, producto que indudablemente es tan popular porque la empresa nunca dejó de publicitarlo y de hacer enormes reinversiones de sus utilidades en auspiciar eventos y en mostrarse, pero parece innegable que si la fórmula del jarabe no fuera secreta, Coca-Cola tendría un éxito menor ... si es que aún existiera.

Aunque ni usted ni yo necesitamos poseer una empresa top para disfrutar dignamente de la vida, puede sí interesarnos considerar estos dos casos para preguntarnos si la generosidad es o no conveniente y en caso afirmativo, hasta qué punto es inteligente compartir nuestros descubrimientos inherentes a nuestro oficio, a nuestras técnicas de comercialización, a nuestras acciones para darnos a conocer.

Otras menciones del concepto «éxito»:

El mercado capitalista y el mercado socialista

Con éxito existo

Otras menciones del concepto «secreto»:

Los agentes secretos

Causa lingüística de la pobreza patológica

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9 comentarios:

Alba dijo...

Creo que no hay una respuesta única a su planteo. Supongo que nos decidiremos por lo que nos dicte el corazón en cada caso. Depende de quién pregunta, por qué y para qué.

Margarita dijo...

El éxito no depende sólo de la fórmula. Por ej: puedo pasar la receta de una torta, pero hay detalles que no forman parte de la receta y pueden ser decisivos; esos detalles con frecuencia los aporta la experiencia.

Andrés dijo...

El misterio que aporta lo desconocido, juega a favor de los mitos y del glamour. Donde uno desconoce, puede imaginar lo que le resulte más satisfactorio.

Oliverio dijo...

Muchos somos prejuiciosos con el éxito. Esto tiene su motivo, el éxito puede ser tramposo.
Si por éxito entendemos una combinación de la superación personal y el reconocimiento ajeno, creo que no tendremos problemas. Pienso que es saludable y necesario buscar el reconocimiento de los demás.
La cosa se complica cuando separamos por un lado el objetivo y por otro la forma de alcanzarlo. Desde mi punto de vista, un objetivo se deslegitima cuando no reparamos en el ¨como¨ lo logramos. El tema pasa por¨amar la trama¨, ¨disfrutar el camino¨, y que el logro no sea sólo frente a los demás, sino también frente a uno mismo.

Norton dijo...

Parte del juego está en que cada cual encuentre su forma de llegar.

Lautaro dijo...

El medicamento no es menos efectivo (exitoso) porque conozca la fórmula.
Yo soy de los que tomarían más Coca Cola si conocieran la fórmula.

Morgana dijo...

A Google le agrega valor el que ningúna otra empresa pueda hacerlo exactamente igual. Y eso es porque ha guardado el secreto.

Estela dijo...

Soy peluquera, y jamás revelaría las combinaciones que hago con las tinturas. Son creación mía, logro colores únicos que atraen a mis clientas. En el barrio hay cinco peluquerías y para sobrevivir una no se puede dejar estar.

Enrique dijo...

Puede suceder que a la competencia le falten algunos datos de tu empresa para perfeccionarse y superarte.
El público que hace uso de los bienes o servicios, se verá beneficiado con la mayor calidad de los mismos, pero tú quedarás en segundo lugar; aunque con mayores motivos como para seguir avanzando.