lunes, 13 de febrero de 2012

La jubilación del útero - (Artículo Nº 1.463)

El rol natural de la mujer es conservar la especie. Si la población mundial ya es la suficiente, ellas necesitan conquistar roles que eran masculinos.

¿Qué le ocurre a un trabajador cuando se jubila?

Aunque la palabra «jubilación» deriva del vocablo «júbilo» (alegría, gozo, satisfacción), la situación real tiene muy poco de estos sentimientos placenteros.

La persona jubilada necesita enfrentarse a la elaboración de un duelo, similar (aunque no idéntico) a la pérdida de un ser querido o a la pérdida de alguna función orgánica (caminar, ver, oír).

Es muy frecuente que el jubilado se sienta especialmente molesto porque lingüísticamente su rol afirma todo lo contrario. Entonces, no sólo se siente mal por haber «perdido» su ocupación remunerada sino que además se siente triste cuando los demás esperan que esté muy feliz.

Ahora cambio la dirección de estas ideas para comentarles qué le ocurre a un «útero jubilado».

Las mujeres son felices cuando pueden desempeñar su rol principal para el que son «monopólicamente» aptas: gestar nuevos ejemplares.

Si fuera cierto que la cantidad de ejemplares de nuestra especie ya es la suficiente, entonces aquella imprescindible «tarea» de procrear estaría viéndose limitada.

Cuando los humanos moríamos en cantidades por guerras y pestes, ellas eran esenciales, pero la longevidad actual les resta protagonismo. Sus mentes, diseñadas para detentar el rol más valioso de la especie, deben enfrentar un duelo, como el del jubilado que «se queda sin trabajo remunerado».

Es por ese «útero jubilado» que todo el mercado de trabajo transita un período de confusión, transformación, cambio.

Los varones, que nos sentíamos protagonistas como proveedores de la mujer y sus (nuestros) hijos, ahora ya no somos tan necesarios y hasta compiten con nosotros.

En suma: La «jubilación del útero» provoca la angustiante jubilación anticipada del protagonismo de los varones.

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13 comentarios:

Gloria dijo...

A simple vista la impresión que da es que los varones renuncian al rol de proveedor con mucha facilidad.

Mª Eugenia dijo...

¿Será por esto de que ya somos suficientes, que la homosexualidad está como de moda?

Guzmán dijo...

Si no hay un protagonismo claro, se peleará por él.

Hugo dijo...

Decidimos que no planificaríamos ningún hermanito porque nos debíamos un aumento de sueldo.

Marcos dijo...

¿Por qué seguimos dándole tanta importancia a la vida sana? Es preferible gastar en salud que afrontar la súper-población.

Roque dijo...

Cuando me jubilé me di cuenta de que no tenía amigos, sino compañeros de trabajo.

Andrés dijo...

Vamos cumpliendo años y acumulando jubilaciones de todo tipo.

Laura dijo...

En los últimos tiempos el mercado de trabajo ha cambiado muchísimo, porque a los cambios de roles se le suman los avances tecnológicos.

Horacio dijo...

No siempre estamos capacitados como para disfrutar del tiempo y la libertad que ganamos al jubilarnos.

Horacio dijo...

No siempre estamos capacitados como para disfrutar del tiempo y la libertad que ganamos al jubilarnos.

Alba dijo...

Perder la capacidad de procrear es un signo más del paso del tiempo, de la vida que se va; otro duelo más.

Rosana dijo...

Si fuera el útero el que se jubilara, sería luego de un largo proceso de dos o tres décadas, y después de haber tenido unos diez hijos, pero desde que existe la posibilidad de elegir cuantos hijos tener, la que se jubila es la mujer, porque es ella quien toma la decisión, no su cuerpo. Así es que el duelo comienza cuando se ha parido al último hijo.

Lidia dijo...

¿Las mujeres que no deseamos tener hijos debemos considerarnos anti-naturales?