domingo, 26 de febrero de 2012

Los gustos complementarios del dinero - (Artículo Nº 1.476)

Por una suerte de complementariedad inconsciente, tendrían más dinero quienes rechacen a los excrementos, a los niños y a los regalos.

En rigor no existen dos personas iguales porque cada una tiene un conjunto de células que no integran el cuerpo de ninguna otra.

Cuando llegamos a este grado de detalle, asumimos entonces que los siete mil millones de seres humanos, somos esencialmente diferentes.

Si comenzamos a buscar características mayores (no tan microscópicas como son las células), podemos empezar a encontrar que de toda esa cantidad de gente, podría ser aislado un grupo que comparte una cierta forma de digerir los alimentos, una cierta forma de soñar, una cierta forma de elegir a sus gobernantes.

Con estas premisas llego al tema que trata este blog y me animo a decir con total certeza:

La causa de la pobreza indeseada no es una sola sino varias, quizá miles.

Por razones prácticas tendremos que negociar a qué grado de perfeccionamiento estamos dispuestos a renunciar. Lo perfecto absoluto es encontrar la causa de la pobreza «caso a caso» (uno por uno, pobre por pobre). En otras palabras, tendremos que ponernos de acuerdo sobre qué grado de imperfección estamos dispuestos a tolerar.

En otros artículos (1) he mencionado que según el psicoanálisis ortodoxo (el primero, el original liderado por Freud y sus colaboradores), se suponía que en nuestro inconsciente están conceptualmente asociadas cuatro ideas: el dinero, las heces, los niños y los regalos.

En un artículo más reciente (2) propuse que además de esa asociación entre los cuatro conceptos también podríamos pensar que actúan en forma complementaria, es decir, si le prestamos mucha atención a uno, le quitamos protagonismo a los otros tres.

Por ejemplo, una persona sin asco por los excrementos y apasionada por los niños y los regalos, quizá tenga poco dinero.

(1) El W.C. purificador

Los profesionales del enema

(2) El dinero y los hábitos higiénicos

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8 comentarios:

Tania dijo...

La pobreza es un problema de la humanidad.
La pobreza patológica es un problema individual, y de forma individual o en pequeños grupos, deberá resolverse.

Humberto dijo...

Usted insiste con la idea de la complementariedad, y tal vez tenga razón. Lo cierto que casi todo el mundo le tiene asco a los excrementos, a casi todo el mundo le gustan los regalos, y muchas personas dicen que le gustan los niños (acá ya es más difícil tener datos confiables), en consecuencia sería de esperar que la mayoría de las personas tenga poco dinero.

Mª Eugenia dijo...

¿Se asocia las heces con los niños, los regalos y el dinero? ¿o sucede que los cuatro elementos están asociados entre sí?

Leticia dijo...

Qué escatológicos que están! Prefiero hablar directamente del dinero!

Ingrid dijo...

La pobreza patológica es una pobreza deseada, pero que no se quiere.

Tiago dijo...

Definitivamente no estaría bueno rechazar a los niños; ni por todo el dinero del mundo.. (bueno, es un decir).

Sandra39 dijo...

Si resolvemos la pobreza patológica, luego será mucho más fácil eliminar la pobreza.

Emiliano dijo...

Si eliminamos la pobreza patológica tendremos que reestructurar toda la ¨azotea¨.