viernes, 23 de marzo de 2012

El dualismo cartesiano y la pobreza patológica

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El dualismo cartesiano nos impide conocer algunas causas de la pobreza patológica.

Los invito a compartir algunas reflexiones sobre la palabra «refractario» (1).

1. adj. Dicho de una persona: Que rehúsa cumplir una promesa u obligación.
2. adj. Opuesto, rebelde a aceptar una idea, opinión o costumbre.
3. adj. Dicho de un material: Que resiste la acción del fuego sin alterarse.

Como vemos el adjetivo califica a personas u objetos resistentes, que se oponen, que se rebelan, que rehúsan, a hacer, a cumplir, a aceptar.

En otro artículo (2) les decía:

«Concebir que somos exclusivamente orgánicos y funcionales, permite entender que las inhibiciones son en realidad desperfectos anatómicos y/o fisiológicos.»

Nuestra cultura se basa en la creencia de que estamos compuestos por un cuerpo material y, por lo tanto, mortal más un espíritu inmaterial y, por lo tanto, inmortal.

Esta concepción filosófica (3) incluye una relación jerárquica entre ambos «componentes» y es que el espíritu gobierna (o debería gobernar) al cuerpo. Es consecuencia de esta idea pensar que las personas que logran gobernar su cuerpo son humanamente superiores a quienes permiten que su espíritu sea gobernado por el cuerpo.

Esta discrepancia entre lo que es y lo que debería ser (4) nos induce a errores.

El organismo es refractario a realizar ciertas acciones y cada una de las células tiene períodos de inactividad obligatorios. A nivel general, nos cansamos y necesitamos un período de reposo posterior a un período de actividad.

La duración del período refractario (período en el que una célula se opone a reaccionar ante los estímulos habituales) es variable en cada persona y se alarga con el envejecimiento.

El pene, luego de cada orgasmo, ingresa en un período refractario inevitablemente.

En suma: La pobreza patológica puede tener causas orgánicas que nuestra filosofía es refractaria a diagnosticar.

(1) Diccionario de la Real Academia Española: refractario

(2) Somos anatomía funcionando

(3) El dogma del dualismo cartesiano

(4) La Naturaleza es propiedad humana

(Este es el Artículo Nº 1.502)

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8 comentarios:

Gabriela dijo...

Descartes cambió el mundo, o mejor dicho, cierta parte del mundo había cambiado y permitió que Descartes surgiera como su portavoz.
Dicen que en la época anterior a Descartes la predominancia de los dogmatismos era más fuerte. Este pensador introdujo con mucha fuerza la duda, convirtiéndola en un eje fundamental en su sistema filosófico.
A mi parecer, esto fue en líneas generales positivo, aunque todos sabemos que pensar aceptando la incertidumbre, tiene sus costos.
A lo que voy es que el pensamiento cartesiano fue uno de los promotores de la rebeldía a la que usted hace mención, por lo tanto amplió nuestras posibilidades de pensamiento divergente o lateral, término acuñado por Edward de Bono.
Usted utiliza el pensamiento lateral en el planteamiento de sus artículos, lo que los hace a mi parecer muy productivos a la vez que RESISTIDOS.
Todo este planteamiento es para rescatar aspectos positivos que nos legó el pensamiento de Descartes, más allá de que coincido plenamente con usted en que el dualismo mente/cuerpo es una postura equivocada.

Raúl dijo...

Todo lo escuchamos diferente según de donde provenga. Para un adolescente no es lo mismo un consejo proveniente de los padres que el proveniente de un amigo. Le prestamos más atención a lo que dice una figura prestigiosa que a lo dicho por un desconocido. Y podemos ser totalmente refractarios a lo que proviene del enemigo. Lo preocupante es que tenemos más ¨enemigos¨ de lo que creemos. Ideológicamente aceptamos sin reparos a unos sectores, dentro de esos grupos somos bastante acríticos, mientras que con los demás ponemos un filtro que no nos permite escuchar sin distorsiones.

Ariel dijo...

Cuando estamos cansados somos refractarios, no nos entra nada, es una defensa natural.

Ingrid dijo...

Las enfermedades que afectan al psiquismo, son causas orgánicas de la pobreza patológica.

Mª Eugenia dijo...

¿La pobreza patológica es una enfermedad?

Silvia dijo...

Todo esto es muy confuso, nos obliga a pensar separado lo que está junto.

Armando Festa dijo...

Creo que los períodos de inactividad obligatorios están mal calculados.

Marcos dijo...

Es muy frecuente imaginarse a la mente y al cuerpo batallando, tironeados por deseos opuestos. Ese es un signo de lo alienados que estamos.