viernes, 9 de marzo de 2012

Lo que esconde la pobreza

Tener dinero, autoridad o cualquier otra forma de poder, avergüenza a quienes creen tener sentimientos inconfesables.

Por lo menos en el Río de la Plata (Argentina y Uruguay), tenemos un dicho popular que reza: «Si querés conocer a Carlitos, dale un carguito». Por «carguito» debe entenderse un puesto de poder (jefe, coronel, maestro), donde tenga la potestad de tomar decisiones que afecten a los demás:

Lo que intenta decir el referido dicho popular es que las personas con poder se muestran como son, es decir, con todas las vilezas, ignominias y bajezas de lo que son capaces.

Por el contrario, la falta de protagonismo (visibilidad, exposición pública, notoriedad), pero fundamentalmente la falta del poder necesario para expresar su voluntad, para influir sobre los acontecimientos y hasta sobre la vida de otras personas, permite a muchas ocultar su verdadera esencia (buena o mala).

Es posible hacer un pequeño cambio en la frase popular para decir «Si querés conocer a Carlitos, dale billetitos» (Por «billetitos» debe entenderse «dinero», poder económico).

En este sentido existe una especie de «frase célebre» que dice: «El dinero no cambia a las personas, las muestran tal cuales son.»

Esencialmente terminan siendo afirmaciones de significado muy similar.

Con estos elementos podríamos formular una hipótesis bastante aceptable que explica una de las miles de causas que provoca la pobreza patológica.

Todos conocemos personas que ostensiblemente rechazan roles de mando alegando que no tienen carácter, que se pondrían muy nerviosas, que tienen muy mala opinión de cualquiera que dé órdenes, que ejerza la autoridad o que mande a hacer.

Podríamos pensar que tanto quienes rechazan responsabilidades de mando como quienes rechazan el poder económico en realidad necesitan ocultar características personales impresentables, vergonzosas, amorales.

En suma: rechazan la autoridad y el dinero para ocultarse.


(Este es el Artículo Nº 1.488)

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9 comentarios:

Hugo dijo...

Sí, puede que uno busque evitar la tentación.

Susana dijo...

De acuerdo con la ¨frase célebre¨, siempre y cuando se refiera a las ocasiones en que el dinero llega en cantidad y de golpe. No vas a cambiar de un día para el otro.

Enrique dijo...

Buena la aclaración de Susana, porque en realidad el dinero tiene un gran poder para cambiar a las personas, pero en el correr del tiempo. Digo por todas las posibilidades que habilita.

Margarita dijo...

Quién no habrá tenido algún sentimiento inconfesable alguna vez!

Mayra dijo...

La opinión que tengas de las personas, en buena medida depende de lo que puedas ver en las que te rodean.

Maristela dijo...

Puede ser de utilidad observar qué situaciones y qué personas, son las que sacan lo peor de uno.

Amanda dijo...

Por favor! no me haga ni pensar! que ahora estamos con la Sucesión...

Mirna dijo...

Los maestros ejercen puestos de poder clave (me refiero a los maestros que enseñan a nuestros niños). Deberíamos valorarlos más, porque el poco dinero que cobran también puede sacar lo peor de ellos.

Jerónimo dijo...

Algunos rechazan la autoridad y se ocultan con el dinero.