lunes, 14 de mayo de 2012

La abundancia que «asegura» la monogamia



Imaginar que el cónyuge es «la madre» puede inducir la suposición de que la abundancia depende de la monogamia.

No es que yo sea pesimista por estar todo el tiempo señalando los defectos que tiene nuestro sistema perceptivo y nuestro procesador de datos (cerebro). Por el contrario, convencido de que «manejamos mejor la máquina que mejor conocemos», intento comentar esas malas noticias sobre nuestros defectos, no para criticarlos sino para tenerlos en cuenta.

Por ejemplo, alguien puede saber muy bien cómo hacer que su vehículo avance pero si además sabe que está expuesto a la fuerza centrífuga, tomará la precaución de aminorar la velocidad cada vez que vaya a tomar una curva.

De forma similar, conocer sobre la ley física de la inercia le permitirá adecuar la forma de conducción atendiendo al peso del vehículo porque, por ejemplo, un vehículo con más carga es más difícil de frenar que otro más liviano (vacío, sin pasajeros).

Es con esta intención que compartiré con ustedes una fantasía inconsciente que puede influir los criterios de evaluación de algunas personas.

Si bien los seres humanos somos polígamos, pues ellas pueden desear tener hijos con diferentes hombres y ellos pueden desear fecundar varias mujeres el mismo día, por razones de ordenamiento social y administración económica hemos optado por la monogamia, atando artificialmente a hombres y mujeres con un contrato de exclusividad que más de la mitad de las veces es sigilosamente burlado.

Sin embargo la monogamia tiene algunas ventajas, una de las cuales consiste en continuar la infancia en lo que refiere a tener una única madre: el cónyuge (pues el esposo también es imaginado como madre de ella).

Esta fantasía (que el cónyuge sustituye a la madre) puede hacernos creer que «el alimento está asegurado» porque nuestra madre real nunca nos dejó con hambre.

(Este es el Artículo Nº 1.554)

11 comentarios:

Gabriela dijo...

Cuando esperamos todo de nuestro cónyuge, estamos poniéndolo en el lugar de mamá. La madre sigue siendo la madre, pero de adultos comprobamos con dolor que mamá nos comparte con papá y con nuestros hermanos. Entonces salimos a buscar pareja. Si deseamos que nuestra pareja siempre nos deje llenos, como lo hacía mamá cuando nos alimentaba, vamos seguro al fracaso. En realidad comer, saciarnos y dormir plácidamente, ya no corresponde a nuestra realidad adulta.

Damián dijo...

La similitud entre las palabras ¨comer¨ y ¨coger¨, puede tener que ver con lo planteado por Mieres. El sexo nos deja saciados (momentáneamente, hasta que sintamos ¨hambre¨ otra vez). Una relación sexual satisfactoria podría estar reencontrándonos con la madre.

la gordis dijo...

Puede ser, porque cuando me siento mal, como y como, capaz que buscando esa placidez que probablemente sentía después de mamar.

Alicia dijo...

En algunas mujeres la iniciación sexual es dolorosa. La vagina se contrae porque nuestro inconsciente nos está diciendo que algo peligroso está por suceder. ¿Cuál podría ser el peligro? Lo primero que se nos ocurre es un embarazo no deseado. Eso sin dudas está en juego, en nuestras primeras relaciones sexuales, pero probablemente haya algo más. El peligro puede estar asociado al incesto. Al iniciarnos sexualmente podemos seguir creyendo, inconscientemente, que vamos a tener hijos con papá.

Zulma dijo...

Ah! entonces es por eso que mi esposo apenas llega del trabajo, me pregunta si está pronta la comida.

Zulma dijo...

Ah! entonces es por eso que mi esposo apenas llega del trabajo, me pregunta si está pronta la comida.

Javier dijo...

Ahora entiendo por que ud. dice que los demás animales, en cierto sentido, son más evolucionados que nosotros.

Lucas dijo...

No sé si sólo en cierto sentido, tengo entendido que ellos llevan más tiempo de evolución que nosotros.

Leonardo dijo...

La madre aporta abundancia porque en la etapa que sólo necesitábamos comer y dormir, ella nos daba todo lo que precisábamos. Una persona que tiene poco pero no le falta nada, es más rica que otra que tiene mucho pero sigue buscando más para satisfacerse.

Facundo Negri dijo...

Vayan mis pésames para la persona que cree que no le falta nada.

Lautaro dijo...

De acuerdo con Facundo. Dejar de buscar porque ya creemos tenerlo todo, nos deja muertos en vida.