sábado, 4 de agosto de 2012

El escaso control sobre el dormir



Dormir es imprescindible para recuperar energías, pero es una función corporal autónoma. Los intentos de controlarla son inevitablemente contraproducentes.

El insomnio es una deficiencia cuyos inconvenientes solo son conocidos por quienes los padecen y, hasta cierto punto, por quienes comparten la cama del insomne.

En este caso, como en tantos otros propios de nuestra especie, es el intento de «dominar» el problema lo que aumenta la dificultad. Nada peor para conciliar el sueño que proponérselo.

Quienes quieren controlar la naturaleza tienen algunos logros que solo sirven para salir del paso transitoriamente, pero sobre todo, para suponer que esos pequeños éxitos pueden ser potenciados y prolongados.

Esto que estoy comentando tampoco sirve para mucho porque quienes necesitan y desean controlarlo todo, no tienen control sobre este impulso que los gobierna.

Las personas que tienen la necesidad de trabajar y producir lo necesario para cubrir los gastos propios y de la familia, saben que necesitan dormir y cuando esto no ocurre, padecerán un fuerte malestar además de que su rendimiento se verá fuertemente descendido.

Como casi el cien por ciento de las tareas remuneradas se realizan en equipo, el reloj pasa a ser una herramienta imprescindible. Si todos tienen que hacer algo juntos, deben empezar y terminar también juntos. Quienes no lleguen a la hora de la convocatoria y con la cantidad de energía suficiente, estarán resintiendo la producción de todos y esto generará otro malestar más: la presión de los compañeros, quienes en forma directa o indirecta, reclamarán mayor puntualidad y productividad.

Lo que estoy tratando de proponer es mucho más fácil de describir que de hacer, pero igualmente lo diré:

El dormir no es una función tan controlable como comer, evacuar los residuos digestivos o higienizarse. El descanso es más autónomo y los intentos de controlarlo son inevitablemente contraproducentes.

(Este es el Artículo Nº 1.629)

9 comentarios:

Laura dijo...

Personalmente lo que hago es recurrir a los fármacos cuando no puedo dormir. Sé por experiencia que varios días sin dormir o durmiendo poco y mal, pueden terminar en algo peligroso.

Leticia dijo...

Mi novio no usa reloj.
Eso fue lo primero que me gustó de él.

Anónimo dijo...

Se me hace difícil controlar las horas que duermo en demasía. Pierdo toda la mañana. No puedo evitar sentirme mal por eso.

Tiago dijo...

Es imposible no preocuparse por no dormir. Si no dormís no podés encarar el día.

Silvia dijo...

Las funciones corporales tienen su propio ritmo, ellas se manejan más allá de nuestra voluntad.

Norton dijo...

El insomne no puede compartir cama.

Yoel dijo...

con el sueño uno se reconcilia

la gordis dijo...

Para mí comer fue algo totalmente incontrolable durante muchos años. O por poco o por mucho. No podía escuchar a mi cuerpo.

Homerus dijo...

Leticia, mi novia no usa bombachas. eso fue lo primero que me gusto de ella. jaja