domingo, 26 de agosto de 2012

La explotación recíproca



La relación laboral puede interpretarse como una forma de explotación al obrero o como una explotación recíproca.

Con notoria alegría, la joven le había contado al sacerdote que al día siguiente empezaría a trabajar. Lo besó para despedirse y el hombre le dijo: «¡Les deseo suerte!».

— ¿A quiénes les deseas suerte, Martín? Seré yo sola quien mañana empezará a trabajar—, dijo la muchacha, preocupada por la salud mental del anciano sacerdote.

— Les deseo suerte a ti y a tu empleador. No eres tú sola la que mañana empezará a trabajar. Él también empezará a contar con tu colaboración, te permitirá entrar en su empresa, dependerá de tu honestidad, de tu inteligencia, del entusiasmo que pongas para que él tenga suficientes ganancias de las que pueda extraer el salario que te pagará—, dijo el sacerdote, sacando a relucir su abandonada vocación de economista.

— Bueno, bueno, Martín! Ya estás con tus prédicas capitalistas!!! En todo caso él me explotará, pagándome menos de lo que le dé de ganar. Que yo lo tolere porque no tengo más remedio que trabajar, no quiere decir que tenga que olvidarme de cómo los patrones lucran con el esfuerzo de los trabajadores—, retrucó la muchacha, en un tono mucho más reivindicativo del que tenía cuando vino a contarle la buena noticia de haber conseguido trabajo.

— El explotador que te da la oportunidad de ganarte un salario, es alguien que arriesga su capital, que pone a tu servicio su capacidad empresarial, que no podrá pagarte menos de lo permitido por la ley—, dijo Martín.

— En este tema, nunca estaremos de acuerdo—, dijo la joven, besándolo de nuevo porque había olvidado que ya se habían despedido.

La relación laboral puede interpretarse como una forma de explotación al obrero o como una explotación recíproca.

(Este es el Artículo Nº 1.651)

9 comentarios:

Sandra39 dijo...

Lo que yo entiendo por explotación se vincula al abuso. En ese sentido la enorme mayoría de las veces el que explota es el patrón.

Natalia dijo...

Me parece interesante el punto de vista del sacerdote Martín. En general ese lado del asunto no lo vemos.

Javier dijo...

En realidad los trabajadores no tenemos como única opción ser empleados. Si no nos gusta que nos exploten, lo que podemos hacer es iniciar nuestro propio emprendimiento.

Leticia dijo...

No es para cualquiera ser empresario, aunque estemos hablando de una empresa unipersonal. Y nadie tiene la culpa de ser incapaz de lograrlo.

Facundo Negri dijo...

Los explotadores se las ingenian para pagarte por debajo de lo que estipula la ley.

Silvana dijo...

Creo que la joven besa dos veces al sacerdote porque se siente irritada por lo que le dijo pero no quiere estar en malas relaciones con él.

Yoel dijo...

Si lo hubiera besado 3 veces, en fija que iba a traicionarlo.

Ernesto dijo...

Dentro del sistema capitalista el trabajador es considerado como una herramienta más. Se lo usa mientras sea útil.

Lucía dijo...

Bueno Ernesto, el trabajador hace lo mismo con el empresario. Cuando encuentra un trabajo mejor, abandona el que tenía antes.