domingo, 12 de agosto de 2012

Pagar es indigno



Solo los más inteligentes, hábiles y capaces, tendrán estrategias, técnicas y conductas eficaces para NO PAGAR.

Estoy en condiciones de asegurar que la mitad de los vendedores de caramelos, se sentirían tan honrados con la preferencia, que si un rey entrara a su comercio para hacerle una compra, no se la cobrarían.

Con igual temeridad, diría que algo parecido ocurriría con un ídolo deportivo, con un cantante popular, con Miss Universo y con casi cualquier persona que fuera admirada por el vendedor de caramelos.

Por lo menos la mitad de los comerciantes tendrían tal satisfacción de contar como cliente a un personaje famoso, que estarían dispuestos a regalar su mercadería.

Esto no se enseña en la escuela, no suele divulgarse en los entretenimientos televisivos, ni se incluye en los titulares de los diarios, sin embargo ocurre y todos lo sabemos sin que nadie nos lo haya dicho.

Existe la intuición, el conocimiento básico, de que pagar es un demérito, es una carga indigna, es un claro indicador de que no somos tan queridos.

Cuando recibimos un regalo sentimos alegría porque esa intuición a la que acabo de aludir, nos está diciendo que inspiramos amor, que somos «amables», que nos quieren desinteresadamente, por ser como somos.

Entendamos bien de qué estoy hablando!! El ser humano, que probablemente sea el animal que más consume amor, aprobación y reconocimiento, repudia pagar lo que compra, lo que consume, lo que debe.

Si esto es así, entonces solo los más inteligentes, hábiles, adaptados y sinceros, tendrán estrategias, técnicas y conductas eficaces para NO PAGAR.

En este grupo tenemos a quienes evaden impuestos, a los morosos del sistema financiero, a quienes pagan bajos salarios, a los insolventes, pobres e indigentes, a los becados, a los hijos que no quieren trabajar.

¡Vaya, qué grupo heterogéneo!

(Este es el Artículo Nº 1.637)

9 comentarios:

Margarita dijo...

Quienes tengan conocimiento de las técnicas más eficaces para no pagar, serán los menos inteligentes emocionalmente.

Lucas dijo...

En un mundo donde casi todo se paga, no pagar es altamente castigado. Quien busca castigo no pagará.

Gabriela dijo...

Es fácil creer que uno no tiene por qué pagar. Que uno debería ser aceptado y querido sin dar nada a cambio. Eso fue lo primero que aprendimos con mamá. Si no salimos de esa etapa, seguiremos pensando igual.

Selva dijo...

Cuando un famoso consume en un restaurante, muchas veces no le quieren cobrar. El pago ha sido el honor de que esa persona tan valiosa haya elegido ese lugar para comer.

Irene dijo...

Si sucede eso que dice Selva es porque los dueños de los restaurantes tienen baja autoestima. En realidad sabemos que no les pasa sólo a los dueños de los restaurantes...

Lucía dijo...

No estudiar es el equivalente a no trabajar si hablamos de un estudiante. Tantos muchachos no quieren estudiar, quizás por que no aceptan que el sistema exija condiciones. Continúan añorando el amor incondicional de la madre.

Mª Eugenia dijo...

¿Con quién habría que ser sincero para tener conductas eficaces para no pagar? ¿Con los otros? ¿Con uno mismo?

Evaristo dijo...

Quizás Fernando se refiera a la sinceridad para con los propios deseos. O sea, que el deseo natural de todos sería no pagar. Si no lo hacemos es por estrategia, para no salir desfavorecidos. Si logramos hacerlo (no pagar) y además no perjudicarnos, entonces en verdad somos muy hábiles.

Anónimo dijo...

El padre de mi hijo siempre se las ingenia para no pagar. Creo que se considera inteligente. Más aún, creo que considera que siempre tiene razón. Aunque si piensa esto último... ¿será en verdad tan inteligente?