miércoles, 29 de mayo de 2013

Estudiamos para ser fáciles de usar




Cuando estudiamos rendimos varias pruebas que  nos enseñan a ser fáciles de entender para nuestros futuros clientes y empleadores.

Si usted tuviera que comprar una nueva máquina que lo ayude en las tareas, ¿tendría en cuenta la facilidad de manejo? Por supuesto que sí.

Las máquinas fáciles de usar no solamente son amistosas para quien las compra sino que además son económicas pues para operarlas no tenemos que contratar a un costoso ingeniero electrónico sino que con un operario mínimamente calificado, merecedor de un bajo costo salarial, puede ser utilizada con el máximo rendimiento.

Las máquinas mejor concebidas, diseñadas con el mayor ingenio (perspicacia, viveza, inspiración), se caracterizan por ser fáciles de usar, mientras que las máquinas peor concebidas, diseñadas con el menor ingenio, se caracterizan por ser difíciles de usar.

Las versiones más avanzadas en software compiten por ser intuibles, amigables, simples.

Estos cuatro párrafos están acá para establecer una referencia para compartir con usted un comentario ligeramente distinto.

Aunque para el amor propio de muchas personas es ofensiva la comparación con una máquina, tarde o temprano debería asumir que los empleadores o los clientes no se preocupan mucho por sus cualidades humanas sino por su productividad.

¿En qué sentido un trabajador puede ser comparado con una máquina?

Retomando lo que decía al principio, los empleadores y los clientes son personas que no quieren romperse la cabeza ni están dispuestos a contratar a un psiquíatra para administrar los recursos humanos, para organizar el desempeño de los colaboradores.

Usted, yo, todos, somos haraganes, preferimos las opciones que nos demanden el menor esfuerzo.

Para recibir un certificado de estudio tenemos que rendir varias pruebas, enfrentar muchos desafíos, acostumbrarnos a complacer las exigencias de profesores que, en definitiva, nos enseñan a ser fáciles de entender para nuestros futuros clientes y empleadores.

(Este es el Artículo Nº 1.894)

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