miércoles, 12 de junio de 2013

Los supermercados y la ambición natural




Comprar en los supermercados constituye un verdadero placer porque nos remonta a nuestros orígenes como especie y podemos sentirnos naturalmente ambiciosos.

La palabra «merodear» significa «Vagar por las inmediaciones de algún lugar, en general con malos fines» (1).

Por su parte la palabra «ambición», además de significar «Deseo ardiente de conseguir poder, riquezas, dignidades o fama» (2), quería decir en su origen «merodear».

Recapitulando, cuando hablamos de que alguien es ambicioso, estamos queriendo significar que es alguien que vaga por ahí con malas intenciones.

Si fuera cierto lo que vemos en las películas documentales sobre la conducta de los animales podríamos pensar que todos hacemos lo mismo para obtener lo que necesitamos, especialmente la comida.

Por esto quizá no sea desacertado decir que todos somos ambiciosos, aunque es posible determinar que algunos ejemplares son más ambiciosos que otros, es decir, que algunos seres humanos acostumbran merodear con malas intenciones más que otros.

Ya hace muchos años que los comercios con autoservicio, por ejemplo, supermercados, se han popularizado pues a los consumidores nos gusta esa forma de comprar.

Si nos agrada es porque en alguna forma encontramos satisfecho un gusto natural. Esta satisfacción equivale a sentirnos cómodos con esa modalidad.

La distribución de las estanterías, góndolas, escaparates, vidrieras, hace que para encontrar lo que buscamos tengamos que «merodear», es decir, dar vueltas, recorrer, vagar por las inmediaciones.

También nos complace estar en un ambiente de abundancia, donde no solo encontremos el producto que buscamos sino que también encontramos variedades de ese mismo producto. Quizá la sensación de abundancia nos permite evocar épocas de auge, de paraíso e inclusive de una madre con senos grandes que nunca nos dejó con hambre.

Por estos motivos, y seguramente por muchos otros, comprar en los supermercados constituye un verdadero placer que nos remonta a nuestros orígenes.

   
(Este es el Artículo Nº 1.908)

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