sábado, 6 de julio de 2013

El individualismo de los creyentes en Dios




La mayoría de quienes creen en Dios optan por mantenerse independientes (individualismo) del resto de quienes probablemente compartan su creencia.

Para ser especialista en cáncer (oncología) no se exige haber padecido esa enfermedad. Con similar criterio quiero compartir con ustedes un comentario que refiere a la religiosidad a pesar de que soy ateo.

En un artículo anterior (1) les comentaba que una mayoría de personas adora la perfección y deplora la imperfección.

Esto es así porque esa mayoría entiende que la vida es molesta porque las cosas no andan del todo bien y suponen que si no fuera por nuestras imperfecciones (somos mortales, mentimos, nos cansamos, sentimos dolores, dejamos de amar a quien amábamos, tenemos vicios, buscamos el placer físico)..., si no fuera por nuestras imperfecciones, decía, viviríamos bien y hasta no cometeríamos el error de morirnos J.

El fuerte apego que la mayoría siente por la perfección se manifiesta creyendo que existe un Dios perfecto, omnipotente, que todo lo sabe y que es inmensamente justo, es decir: tiene todo lo que nos falta.

Según puedo observar esa mayoría podría estar compuesta por tres grupos de personas:

— El grupo mayoritario está compuesto por «creyentes», esto es, personas que tienen una aproximación moderada a Dios, que se autodefinen creyentes, que no adhieren a ninguna congregación en especial y que conciben el fenómeno religioso a su modo, como prefieren, según su criterio;

— El grupo minoritario-mayor, está compuesto por «religiosos», esto es, personas que son «fieles y exactos en el cumplimiento del deber» que les impone una cierta doctrina (católicos, luteranos, pentecostales);

— El grupo minoritario está compuesto por los «clérigos», esto es, «personas que han recibido la orden sagrada», con dedicación total, disciplinados para cumplir las órdenes de su iglesia.

La mayoría no obedece a nadie y una minoría sí obedece.

 
(Este es el Artículo Nº 1.932)


No hay comentarios: