domingo, 23 de marzo de 2014

La desinstalación de software


Cada vez es más difícil actuar en la ilegalidad y quienes igualmente delinquen son atrapados con mayor facilidad.

Somos mejores de lo que aparentamos, pero la economía de mercado nos obliga a ser peores para tener que comprar asesoramiento innecesario.

Todos estamos confabulados para obligarnos a ser tan inseguros que debamos consultar todo lo que tenemos que hacer.

No solamente les damos trabajo a muchas personas sino que además nos denunciamos, como en un régimen donde las libertades individuales estén severamente recortadas.

Los humanos nacemos con instintos bastante completos y podríamos arreglarnos solos, sin tener que consultar sobre asuntos de salud, administrativos, éticos, legales, laborales, matrimoniales, de alimentación, sexualidad, gestación y cualquier otro tema importante para la vida. 

Somos buenos ciudadanos si tenemos la inseguridad suficiente como para no sentirnos capaces de resolver nuestras dificultades por nosotros mismos, pensando, estudiando, arriesgándonos a probar las soluciones que obtenemos imaginando, razonando, ensayando.

Esto funciona así, no solamente para darle ocupación a los miles de especialistas que tienen que ganarse la vida, sino por algo más tenebroso.

Efectivamente, si fuéramos capaces de resolver nuestros propios problemas seríamos personas de las que se sabría muy poco.

Por ejemplo, cada pregunta que le hacemos a un técnico genera en este varias preguntas (aclaratorias, ampliatorias, confirmatorias), con lo cual nos exponemos a un interrogatorio casi policíaco. Si tenemos información para ocultar, quizá evitemos tener problemas que nos obliguen a consultar pues sabemos que el consultado puede hacernos preguntas que no estemos dispuestos a responder.

Por lo tanto, no solo damos mucha información cuando nuestras compras son pagadas con tarjetas de crédito, sino que también estamos compartiendo nuestra vida y obra con todos a quienes consultamos hasta por la cosa más pequeña.

Dicho de otro modo: si somos personas inseguras, obligadas moral y culturalmente a consultar a otros sobre cómo hacer, resolver, entender, saber, estamos teniendo una existencia muy transparente. Quienes tienen intenciones de actuar en la ilegalidad se encontrarán con este obstáculo difícil de eludir: siempre estaremos dejando huellas de nuestros pasos, sean estos legales o ilegales

Alguien puede decir: ahora contamos con Internet y muchas de nuestras consultas encuentran respuestas en la web. Pues bien, lo que consultamos en Internet también queda registrado, en nuestra computadora y en los servidores.

En suma: cada vez es más difícil actuar en la ilegalidad, y quienes igualmente delinquen, son atrapados con mayor facilidad.

(Este es el Artículo Nº 2.157)


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