viernes, 18 de abril de 2014

La conflictiva edípica y el capitalismo




Las personas voluntaristas, que afirman «Querer es poder», no hay resuelto aun su conflictiva edípica, esto es, no acepta de buen grado la prohibición del incesto.

El psicoanálisis no es una técnica aceptada entre personas que desean enriquecer.

El capitalismo se característica por la competencia feroz, es un sistema de convivencia en el que todos luchan contra todos, tratando de apoderarse de la mayor cantidad de territorio, dinero, bienes, derechos, servicios.

¿Por qué esto funciona? Solo para simplificar, respondo que funciona gracias a la conflictiva edípica, esto es, son mejores capitalistas quienes peor soportan la frustración sexual que les impuso la prohibición del incesto.

Dicho de otro modo: son capitalistas mejor adaptados al sistema y potencialmente más exitosos aquellos que nunca terminen de aceptar que algunas cosas no pueden hacerse, porque están prohibidas, porque la sociedad lo ha determinado así.

A los reyes de la intolerancia a la frustración se los reconoce porque se enorgullecen diciendo «Querer es poder». Estas personas no han logrado aceptar que algunos no podrán ser sus objetos sexuales por más que ellas lo deseen.

Esta intolerancia ante las dificultades, ante las prohibiciones, ante las imposibilidades materiales, los convierten en obsesionados, capaces de hacer cualquier cosa, legal o ilegal, moral o amoral, con tal de satisfacer su capricho.

La irracionalidad de estos voluntaristas necios llega al nivel biológico: pueden negar, por ejemplo, que la madre no tiene pene. Pueden creer que el clítoris algún día crecerá para convertirse en pene.

De más estaría señalar el estado de desesperación en el que viven quienes tienen mal resuelta la conflictiva edípica. Como menciono en este video y artículo, si esa desesperación edípica se canaliza hacia la satisfacción indirecta, por ejemplo, quienes no admiten la prohibición del incesto quieren ser los dueños del mundo, pueden dedicar insólitos esfuerzos a enriquecer, y eventualmente lo logran; pero eso sí, aquellos que han logrado resolver lo que les causa esta desesperación, no tendrán la dedicación suficiente.

En suma: quienes no están dispuestos a respetar la prohibición del incesto podrían convertirse en personas muy ricas, así como quien están dispuestas a respetarla quizá tengan una actitud menos ambiciosas, menos desesperada, de resultados menos espectaculares, pero sí tendrán una vida más tranquila, saludable, con menor consumo de medicamentos.

(Este es el Artículo Nº 2.182)

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